Publicado el 26 abr. 2015
Mireille aseguró que los
cristianos "cuando cogemos nuestra fe la cogemos de manera completa. Desde
el inicio de nuestra fe sabemos que nos van a perseguir". Añadió que
"puede ser una persecución violenta o también no violenta, a veces la
sociedad te pone en una situación difícil por ser cristiano".
La joven cristiana siria vive en Barcelona sin poder regresar a su país, dada la peligrosa situación por la que están pasando los cristianos, declaró en el I Congreso Internacional "Todos somos nazarenos" #WeAreN2015 que en Damasco, los padres jamás salen juntos de casa, no sea que sean asesinados y sus hijos queden huérfanos.
La joven recordó el versículo de Lucas 21-12: "pero antes de todas estas cosas os echarán mano, y os perseguirán, y os entregarán a las sinagogas y a las cárceles, y seréis llevados ante reyes y ante gobernadores por causa de mi nombre".
"En Siria desde muy pequeño aprendes a tener orgullo, y no vergüenza de ser cristiano. Para nosotros ser cristianos es algo que nos da fuerza", afirmó Mireille, orgullosa de su fe. A pesar de que, confiesa, en momentos de debilidad se piensa: ¿por qué a mí?, con la ayuda de la Iglesia se puede salir adelante.
Además, entre otras cosas, Mireille confesó que al comulgar no puede evitar llorar por los perseguidos en su país. Trasladando el mensaje de hermanos sirios en la fe, la joven cristiana pide a los occidentales que no paren de informar lo ocurrido en el Oriente y que se unan a sus oraciones: «No podemos dejar todo en manos humanas, que son falibles: la fe nos tiene que traer siempre la alegría, no la vergüenza».
Más información en nuestra crónica: http://www.hazteoir.org/noticia/64846...
La joven cristiana siria vive en Barcelona sin poder regresar a su país, dada la peligrosa situación por la que están pasando los cristianos, declaró en el I Congreso Internacional "Todos somos nazarenos" #WeAreN2015 que en Damasco, los padres jamás salen juntos de casa, no sea que sean asesinados y sus hijos queden huérfanos.
La joven recordó el versículo de Lucas 21-12: "pero antes de todas estas cosas os echarán mano, y os perseguirán, y os entregarán a las sinagogas y a las cárceles, y seréis llevados ante reyes y ante gobernadores por causa de mi nombre".
"En Siria desde muy pequeño aprendes a tener orgullo, y no vergüenza de ser cristiano. Para nosotros ser cristianos es algo que nos da fuerza", afirmó Mireille, orgullosa de su fe. A pesar de que, confiesa, en momentos de debilidad se piensa: ¿por qué a mí?, con la ayuda de la Iglesia se puede salir adelante.
Además, entre otras cosas, Mireille confesó que al comulgar no puede evitar llorar por los perseguidos en su país. Trasladando el mensaje de hermanos sirios en la fe, la joven cristiana pide a los occidentales que no paren de informar lo ocurrido en el Oriente y que se unan a sus oraciones: «No podemos dejar todo en manos humanas, que son falibles: la fe nos tiene que traer siempre la alegría, no la vergüenza».
Más información en nuestra crónica: http://www.hazteoir.org/noticia/64846...
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