1 DE NOVIEMBRE DE 2014
Catástrofes espirituales
sucederán en Mi Iglesia, si vosotros los fieles no oráis y no os ofrecéis por
vuestra Santa Madre la Iglesia. Yo, Jesús, os hablo.
Bien sabéis que hay que honrar a la Madre, y si decís que
sois hijos de la Iglesia, honrad a vuestra Madre con obras, sacrificios y
oración, para que Ella se mantenga limpia de toda mancha. No critiquéis tanto a
laJerarquía de la Iglesia Católica y orad más por ella, porque el poder de
la oración de quienes oran en gracia de Dios, es incuestionable. Sí, hijos, sí,
todo son en vuestras bocas habladurías, pero pocos venís a Mí a pedirme por la
Curia Romana e intenciones de todos los que la integran, y eso, es
lo que quiero que hagáis, que roguéis por la Jerarquía Católica y
que os dejéis de habladurías. Yo, Jesús, os hablo.
Mi poder es infinito y vuestras oraciones hechas con el
corazón unidas a Mis méritos, también tienen un gran poder. Por tanto, hijos, para
que vuestra Madre la Iglesia camine en luz y sabiduría divinas, orad por los
que la integran, tanto fieles como clérigos. Espero de vuestra generosidad un
sinfín de oraciones y sacrificios para aplicarlos a las intenciones de vuestros
Pastores. Yo, Jesús, os hablo.
Sed prudentes hijos con vuestras lenguas y callad ante lo
que no sabéis. Sed parcos en las palabras y no juzguéis a nadie. Yo Soy el Juez
divino y sé lo que tengo que hacer, pero exijo de vosotros que oréis por estos
tiempos difíciles para todo, también para la fe, porque hay cosas
que solo la oración las puede cambiar. Recordad, hijos, el ejemplo de Nínive
cuando Jonás predicó y el pueblo oró y se vistió de cilicio y ceniza frenando
así la cólera de Dios al convertirse (Jonás, 3). Yo, Jesús, os hablo.
Nada hay que teman más los demonios que el poder de la
oración, porque la oración desbarata sus planes y ellos salen perdiendo en la
batalla. Así que hijos, dedicaros a orar más como lo haría Mi Madre si
estuviera en vuestro lugar, porque solo la oración y el sacrificio pueden
cambiar el rumbo de las cosas y suavizarlas o incluso erradicarlas. Yo, Jesús,
os hablo y os instruyo. Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo cree y lo
pone en práctica.
***
28 DE OCTUBRE DE 2014
Hijos Míos, hijos de Mi Sagrado Corazón. Soy vuestro Hermano
mayor quien os habla, y deseo deciros que Mi pensamiento siempre está puesto en
vosotros misericordiosamente, porque Yo os tengo un amor ilimitado.
Cierto que el pecado Me aleja de vosotros, pero no porque Yo
Me vaya, sino porque el pecado y Yo que Soy la misma santidad, somos
incompatibles, y por eso, cuando pecáis y os mantenéis en el pecado, no Soy Yo
quien se va, sino que vosotros me echáis de vuestras almas, porque Yo que Soy
tres veces Santo, no puedo habitar donde habita Satanás. Yo, Jesús, os hablo.
Sin embargo, hijos Míos, tan pronto os laváis en el Sacramento
de la Penitencia y os arrepentís de haber pecado, Yo vuelvo a tomar morada en
vuestras almas, y allí Me quedo instalado mientras no Me volváis a echar por un
nuevo pecado. Se hijos Míos, que muchos sois conscientes de todo esto y que
lamentáis vuestra flaqueza a la hora de ser tentados, pero os pido que para
vencer mejor la tentación quitéis las ocasiones de pecar, porque si no lo
hacéis, entonces se lo ponéis muy fácil al enemigo de las almas. Yo,
Jesús, os hablo.
Tratad de alejaros de aquellas cosas que os hacen caer con
facilidad. El que cae en la bebida que no tenga alcohol en su casa, y al que le
cuesta la castidad, evite revistas y películas obscenas y pornográficas. Porque
si no ponéis de vuestra parte lo imprescindible, vuestra culpa será grande,
pues aunque Mi gracia no os va a faltar, siempre tenéis que poner lo que esté
de vuestra parte. Yo, Jesús, os hablo.
Y si aun así caéis una y otra vez, no os desalentéis que a
base de cincel se hicieron bellas obras de escultura. Yo también a base de cincel
haré de vosotros grandes santos si os levantáis una y otra vez de vuestras
caídas. La oración y el ayuno son poderosos para vencer las tentaciones, pero
ambas cosas deben ser asiduas, no ocasionalmente, porque el hábito es lo que
hace que tengáis la fuerza en estas dos practicas que vencen con facilidad las
tentaciones. Yo. Jesús, os hablo.
El ayuno puede ser también de cosas que os agradan si por
vuestro trabajo o salud no podéis omitir la comida, pero sí que podéis
reducirla o privaros de algo que os guste como la televisión. Todo unido a Mi
gracia os harán salir victoriosos de las tentaciones y el Maligno huirá de
vosotros con gran pesar de su parte. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Paz a
todo aquel que leyendo este mensaje lo cree y lo pone en práctica.
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