Tras las huellas del Cielo

Los misterios por tanto tiempo ocultos en los archivos del Reino Divino

Martes, 7 de febrero del 2012, a las 20:00 hrs.

(Mensajes de Nuestro Señor Jesucristo a la vidente europea María de la Divina Misericordia) 

Yo soy tu amado Jesús, Hijo del Dios Altísimo, nacido del Inmaculado Corazón de María. Vengo en el nombre de la Santísima Trinidad.

Estos son los días, Mi muy querida y amada hija, en los que vas a encontrar que van a ser los más difíciles. Tu sufrimiento, entregado a Mí con alegria y con corazón rendido, salvará muchas almas. Debes ser valiente, cuando hagas esto y no preocuparte acerca de tu salud. Porque esta es solo otra prueba, que no durará mucho, pero que recorrerá un largo camino, trayéndome a Mí a las almas perdidas.

Mi Libro de la Verdad está siendo dado para que los creyentes sean testigos de Mi proclamación de los misterios, por tanto tiempo ocultos, en los archivos del Reino Divino.

Ahora que la verdad está siendo desentrañada, la Humanidad debe aceptar que esta, Mi Santísima Palabra, será ahora presentada para que todos la digieran.

Esto proveerá un dulce alivio a sus almas pero, para aquellos que Me sean quitados, será muy duro de aceptar.

La amargura de la verdad es dura de tragar pero, si es aceptada, traerá consuelo a aquellos que aceptarán que soy, en efecto, Yo su precioso Jesús que viene a abrazarles en estos tiempos.

Yo, el Cordero de Dios, vengo ahora a traerles a ustedes hacia su salvación.

Sin Mi ayuda, esto no sería posible.

Les traigo ahora la Luz y deben caminar detrás de Mí, mientras les llevo al Nuevo Paraíso.

Les hago un llamado a todos ustedes para que sean valientes, fuertes e intrépidos, en el terrible desierto en que ahora se encuentran.

No será fácil, pero Yo les prometo que la fuerza que les daré, hará este viaje menos arduo.

Acepten lo que presencian en el mundo, mientras la purificación continúa con gran intensidad, porque esto es necesario.

Recen, recen, recen pidiendo paciencia y resistencia, porque deben levantarse sobre la tiniebla y ayudarme a traer a toda la Humanidad hacia la Luz.

Nunca pierdan la esperanza. Solo recuerden que todo lo que importa, es la unidad de la Humanidad.

Sus oraciones, sufrimientos y amor por Mí, ayudarán a unir a Mi Santa y preciosa familia en Mi Nuevo Paraíso en la Tierra.

Miren para adelante, hijos, porque este es el futuro al cual ustedes están destinados cuando obedecen Mi Santa Voluntad.

Les amo y les bendigo a ustedes, Mis queridos hijos, por su amor y compasión por Mí, su amado Salvador.

Su Jesús

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