Hijos Míos, ¿cómo van a creer en Mí las personas, si no Me
tratan, ni Me conocen, ni saben como Yo actúo? Yo, Jesús, os hablo.
Pretendéis que vuestras familias, compañeros de profesión, o
amistades Me amen, pero para amar algo hay que conocerlo, y muchas almas no Me
aman porque no Me conocen. Predican de Mí que Soy misericordia, pero
ya no predican de Mí otra cosa, y las almas no Me conocen porque no saben de Mí
Evangelio, no saben de Mi amor inmenso hacia el pecador, no saben de la
inmensidad de Mis dolores en la Cruz por la salvación de los pecadores, y claro,
si esto no lo conocen o meditan en profundidad, Soy para multitud de gente un
personaje más de la historia que pasó haciendo el bien, pero ignoran que ahora
sigo haciendo el bien como antes, porque Yo, el Hijo de Dios, todo lo puedo.
Yo, Jesús, os hablo.
Debéis escribir sobre Mí y Mi personalidad divina. Debéis
hablar de Mí con amor y no como algo que pasó, porque Yo sigo vivo en los
corazones de muchos y viviré en todo aquel que Me acepte como su Dios y su
Redentor. Si ya en Mi vida terrenal muchos no Me amaban a pesar de que vieron
Mis obras, ahora que no las ven porque son obras de fe, ¿cómo Me van a amar?
Traed a Mí a las personas, a los indecisos, a los pusilánimes y
dadles ejemplo de amor y cordialidad, si ellos ven en vosotros
la rectitud y la honradez, en todos los campos, les hará pensar que este Jesús
que predicáis, si vosotros lo vivís, creerán que algo hay en todo lo que les
digáis, porque hijos, debéis vivirme en el día a día, y no solo predicarme sin
demostrar a la gente que vuestra vida y dicha Soy Yo, Jesús de Nazaret, y que
sigo vivo y seguiré por los siglos de los siglos interminables. Yo, Jesús, os
hablo.
No temáis si sois torpes para predicar, porque si Me vivís y
ven en vosotros que vuestra vida Soy Yo, pensaran que hay algo más que palabras
y allá donde alcancen vuestras predicaciones o ejemplos, Mi gracia os suplirá y
secundará la semilla que echéis, pero hijos, sembrad amorosamente en las almas
porque el tiempo apremia y dejarlo para luego puede ser tarde. Yo, Jesús, os
hablo.
Que Mi Santa Madre os ayude en esta empresa de amor y os
guie adecuadamente como guió a la Iglesia naciente, cuando Yo ascendí al Cielo.
Yo, Jesús os hablo y os instruyo. Mi paz a todo el que cree este mensaje y lo
pone en práctica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No se admiten comentarios que sean descalificativos e irrespetuosos. Estos mensajes serán eliminados o sujetos a moderación.