"He venido por TODOS mis HIJOS con el deseo de
acercarlos a Nuestros Corazones"




El Señor expuesto las 24  horas del día en vivo y en directo

https://www.youtube.com/watch?v=aHCHbn4abhk&t=145s






LAS HORAS DE LA PASIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
Las veinticuatro horas de la Pasión

 click en imagen

Meditaciones Sobre la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo.
Para acompañar a Nuestro Señor Jesucristo, en cada Hora de su Pasión

Por Luisa Picarretta, hija de la Divina Voluntad. 
(En proceso de Beatificación)



HORA DE SAN JOSÉ
Para hacer los:
Domingos a la 21 horas
 Domingos 09:00 PM




Mensajes de Dios y la Virgen María (MDM)
http://kyrieokumbaya.blogspot.com.es/

Presentamos la Asociación por las Almas del Purgatorio. 
¡Inscribe a las tuyas! ¡Reza por todas!
Por RORATE CÆLI -23/11/2014


sábado, 12 de mayo de 2018

Fátima
Mensajes de la Virgen María, al P. Gobbi

Los errores que se difunden en la Iglesia y oscurecen la fe, son hoy vuestra corona de espinas 


Valdragone de S. Marino, 29 de junio de 1983
Fiesta de S. Pedro y S. Pablo. Ejercicios Espirituales. 

Cenáculo con los Responsables del M.S.M. de Europa

Por qué os he querido aquí

“Os he llamado una vez más este año y habéis venido de toda Europa para pasar estos días en un Cenáculo continuo Conmigo.

Cuánto consoláis a mi Corazón en estos tiempos tan atribulados y cuánto glorificáis a vuestra Madre Celestial. Yo reflejo mi luz en vuestros corazones y derramo la plenitud de la gracia en vuestras almas.

Estoy siempre junto a vosotros; me asocio a vuestra oración, hago crecer vuestro amor, hago más fuertes los lazos que os unen, gozo en veros tan pequeños y dóciles, tan dispuestos a comprenderos, a ayudaros, a caminar juntos por el camino difícil de la Consagración que me habéis hecho.

¿Por qué os he querido aquí este año?

Para haceros comprender que ya desde ahora debéis caminar juntos, unidos en el amor, hasta llegar a ser verdaderamente una sola cosa. En estos días, en el Cenáculo de mi Corazón Inmaculado, quiero hacer de todos un solo corazón y una sola alma.

La táctica de mi Adversario es la del odio y la división; a dondequiera que va, con su acción solapada y maligna, consigue llevar la ruptura, la incomprensión, el antagonismo. También trabaja cada vez más en la Iglesia para herirla en su unidad interior. Entonces os reúno de todas partes para ayudar a amaros, a uniros, a crecer en la perfección del amor.

Os he llamado otra vez aquí arriba para haceros comprender que ya vuestra pública misión está a apunto de cumplirse con vuestra personal y preciosa inmolación.

Este es el Año Santo de la Redención, llevada a cabo por mi Hijo Jesús en la Cruz.

También mi Corazón Inmaculado se convierte ya para vosotros, de cuna en altar encima del cual debo extender a cada uno de vosotros sobre la cruz que el Padre os ha preparado para la salvación del mundo.

Por ello, hijos míos predilectos, disponeos a vivir con confianza y abandono las horas sangrientas que ya desde ahora os esperan, mientras os hago cada día más conformes a Jesús crucificado.

Los errores que se difunden en la Iglesia y oscurecen la fe, son hoy vuestra corona de espinas; los pecados que se cometen, y ya no se reparan, son vuestros dolorosos flagelos; la impureza, que se propaga, reduce vuestro cuerpo sacerdotal a una llaga; el odio del mundo, la incomprensión y hasta la marginación de la que estáis rodeados son los clavos que os traspasan; se os llama a subir Conmigo al Calvario sobre el que vais a ser inmolados para la salvación del mundo.

Os he llamado aquí, una vez más, para obteneros el Espíritu Santo, que por el Padre y el Hijo os es dado con sobreabundancia por vuestra incesante oración, unida a mi materna intercesión. Él os transformará en llamas ardientes de celo por la gloria de Dios, y testigos valientes de Jesús en estos tiempos, que se han hecho tan perversos.

Desde ahora, la lucha entre vuestra Madre Celeste y su Adversario ha entrado ya en su fase decisiva.

“La Mujer vestida del Sol” combate abiertamente con su ejército contra el ejército a las órdenes del Dragón rojo, a cuyo servicio se ha puesto la Bestia negra, venida del mar.

El Dragón Rojo es el ateísmo marxista, que ha conquistado ya el mundo entero y ha llevado a la humanidad a construir una nueva civilización sin Dios.

Por esto, el mundo se ha convertido en un desierto árido y frío, sumergido en el hielo del odio y en las tinieblas del pecado y de la impureza.

La Bestia negra es la Masonería, que se ha infiltrado en la Iglesia y la ataca, la hiere y trata de demolerla con su táctica solapada.

Su espíritu se difunde por todas partes como una peligrosa nube tóxica, y conduce a la parálisis de la fe, apaga el ardor apostólico y aleja cada vez más de Jesús y de su Evangelio.

Ha llegado, pues, el tiempo de combatir con valentía, apóstoles de estos últimos tiempos, a las órdenes de vuestra Capitana Celeste:

–A la división quiero responder por medio de vosotros, reforzando la comunión y el amor que os une hasta haceros una sola cosa.

–A la propagación del pecado y del mal, respondo con vuestra inmolación sacerdotal, y por esto os ayudo a subir al Calvario y os extiendo en la Cruz en la que cada uno debe ser inmolado.

Al ataque el Dragón rojo y de la Bestia Negra, respondo llamándoos a todos a combatir, para que Dios sea cada vez más glorificado y la Iglesia sea sanada, en sus hijos, de las dolorosas llagas de la infidelidad y de la apostasía.

Orad, amad, haced penitencia.

Caminad por la senda de la humildad, de la pequeñez, del desprecio del mundo y de vosotros mismos, siguiendo a Jesús que tanto os ama y os conduce.

Pronto la victoria resplandecerá por doquier.

Por medio del triunfo de mi Corazón Inmaculado vendrá a vosotros el Reino glorioso de Jesús, que en su Espíritu de Amor conducirá a toda la creación a la mayor glorificación del Padre. Finalmente se renovará la faz de la tierra.

Por esto, antes de descender de este monte, os contemplo uno a uno con maternal ternura y lleno vuestro corazón de gracias, que más adelante comprenderéis, y os bendigo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.” 

*


Dongo (Como), 8 de junio de 1991
Fiesta del Corazón Inmaculado de María

Apóstoles de los últimos tiempos

“Hoy celebráis la memoria litúrgica de mi Corazón Inmaculado.

Es vuestra fiesta, mis predilectos e hijos a Mí consagrados.

Habéis sido escogidos por Mí y llamados a formar parte de mi ejército victorioso.

Formáis parte de Mi propiedad.

Tengo un gran designio sobre vosotros.

Éste mi designio, os ha sido revelado en cada detalle.

Ahora debe ser manifestado a la Iglesia y a la humanidad en todo su esplendor, porque estos son los tiempos de vuestra madurez y de vuestro testimonio público.

Mostraos a todos como mis consagrados, como los Apóstoles de estos últimos tiempos.

Como Apóstoles de los últimos tiempos, debéis anunciar con valentía todas las verdades de la fe católica, proclamar con fuerza el Evangelio, desenmascarar con decisión las herejías peligrosas, que se disfrazan de verdades, para engañar mejor las mentes y de este modo alejar de la verdadera fe a un gran número de hijos míos.

Como Apóstoles de los últimos tiempos, debéis oponeros con la fuerza de los pequeños, a la soberbia fuerza de los grandes y de los doctos, quienes seducidos por una falsa ciencia y por la vanagloria, han desgarrado el Evangelio de Jesús, proponiendo de él una interpretación racional, humana y totalmente equivocada. Han llegado los tiempos predichos por San Pablo, en los que, muchos anuncian unas doctrinas falsas y peregrinas y así la gente corre detrás de estas fábulas y se aleja de la verdad del Evangelio.

Como Apóstoles de los últimos tiempos, debéis seguir a Jesús por el camino del desprecio del mundo y de vosotros mismos, por el camino de la humildad, de la oración, de la pobreza, del silencio, de la mortificación, de la caridad, de una unión más profunda con Dios.

Sois desconocidos y despreciados por el mundo y por los que os rodean, con frecuencia sois obstaculizados, marginados y perseguidos, porque este sufrimiento es necesario a la fecundidad de vuestra misma misión.

Como Apóstoles de los últimos tiempos, ahora debéis iluminar la tierra con la Luz de Cristo.

Mostraos a todos como hijos míos, porque Yo estoy siempre con vosotros.

Que la fe sea la Luz que os ilumine, en estos días de apostasía y de gran oscuridad, y que sólo os consuma el celo por la gloria de mi Hijo Jesús, en estos tiempos de tan gran, infidelidad.

Como Apóstoles de los últimos tiempos, os corresponde a vosotros la misión de realizar la segunda evangelización, tan pedida por mi Papa Juan Pablo II.

Evangelizad la Iglesia, que se ha alejado del Espíritu de Cristo y se ha dejado seducir por el espíritu del mundo, que ha penetrado profundamente en ella y la ha invadido totalmente.

Evangelizad la humanidad, que se ha vuelto pagana después de casi dos mil años desde el primer anuncio del Evangelio.

Evangelizad a todos los hombres, que se han convertido en víctimas de los errores, del mal, del pecado y se dejan arrastrar por el viento impetuoso de todas las falsas ideologías.

Evangelizad los pueblos y las naciones de la tierra, inmersos en la tiniebla de la negación práctica de Dios, mientras se postran ante el culto del placer, del dinero, de la fuerza, del orgullo, de la impureza.

Han llegado vuestros tiempos y Yo os he formado en estos años para que podáis dar ahora vuestro fuerte testimonio de discípulos fieles de Jesús, hasta derramar vuestra propia sangre.

Cuando desde todas las partes de la tierra, todos vosotros, mis pequeños hijos, deis este testimonio de Apóstoles de los últimos tiempos, entonces mi Corazón Inmaculado tendrá su mayor triunfo.”



No hay comentarios:

Publicar un comentario

No se admiten comentarios que sean descalificativos e irrespetuosos. Estos mensajes serán eliminados o sujetos a moderación.