Rosario vespertino - MENSAJE ÚNICO.
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Mensaje de Dios Padre a J. V.
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Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Toda la Evangelización que os dejó Mi Hijo, es
Alimento para vuestra alma y ¿cuántos de vosotros, realmente, alimentáis a vuestra alma
con lo que se os ha dejado en las Sagradas Escrituras?
Hijito Mío, Mi Corazón arde fuertemente por todos vosotros.
¡Cómo quisiera que vuestro corazón ardiera de la misma forma en que arde el Mío
por vosotros! Ciertamente, en algún momento sucederá, cuando Me veáis frente a
frente.
Vuestra alma añora verMe, añora estar Conmigo. Vuestra alma
Me conoce, pero el hombre, al tomar su voluntad como propia, se aparta de Mí y
esa es la eterna lucha en la vida del hombre: el alma quiere regresar con su
Creador y la carne quiere gozar, lo que el Mundo le da.
¡Cuánto error hay a vuestro alrededor! ¡Con cuánto error os
ha engañado satanás!, os pone tantas mentiras a vuestro alrededor y vosotros os
dejáis llevar por ellas y esto, porque vosotros no le dais el primer lugar a lo
que el alma necesita.
Estáis alimentando a vuestro cuerpo y podría decir, mal
alimentando y, a vuestra alma, a la cual debieras alimentar mejor, porque es la
que va a trascender, porque es la que se va a presentar ante Mí al final de
vuestra misión, a ella no le hacéis caso, no buscáis lo espiritual, que es lo
que vale en vosotros, por vuestra falta de Fe y la falta de amor hacia Mí, no
estáis viviendo la vida que debéis vivir.
Os he dado el cuerpo, para que vuestra alma pueda transitar
en el Mundo, en un Mundo físico, en un Mundo que debe conocer lo espiritual. Es
un vehículo, os lo he explicado antes, vuestro cuerpo es un vehículo que debe
llevar a vuestra alma a misionar; lo que importa en vosotros, es lo que Yo os
he dejado en vuestra alma.
Toda la Evangelización que os dejó Mi Hijo, es Alimento para
vuestra alma y ¿cuántos de vosotros, realmente, alimentáis a vuestra alma con
lo que se os ha dejado en las Sagradas Escrituras?
Preferís los intereses del Mundo, os dejáis llevar por las
cosas superfluas que hay a vuestro alrededor. Preferís lo que viste y alimenta
a vuestro cuerpo o el gozo que le podáis dar ¿y vuestra alma?, os pregunto
nuevamente y, a vuestra alma, ¿qué trato le estáis dando?, ¿está creciendo
vuestra alma, al mismo ritmo que crece vuestro cuerpo, o aún mayor, que así
debiera ser?, ¿estáis protegiendo a vuestra alma contra los ataques del Mundo?,
¿estáis tratando, acaso, de que se mantenga limpia, pura, sana, santa?,
ciertamente que no.
Os dejáis poseer por satanás fácilmente, porque le dais
cabida al pecado que se os muestra a vuestro alrededor, día a día, noche a
noche y ¿vuestra alma?, ¿qué alimento le dais?
Os he dado vuestra alma, que es vuestro ser, para cuidarla,
para hacerla crecer y para que todo el Conocimiento, que viene de Mí, lo podáis
compartir con vuestros hermanos y les ayudéis a esas almas, que están a vuestro
alrededor, a conocerMe, a amarMe, a dejarse guiar por Mi Voluntad, a enamorarse
de Mi Amor.
Mis pequeños, vuestra alma va a trascender, es vuestra alma
la que se va a presentar ante Mí, al final de vuestros días. Vosotros, en la
Tierra, os vestís con vestimentas caras, bellas, atractivas, para presentarse
ante vuestros hermanos y seáis bien aceptados por ellos y eso está bien. Debéis
buscar la pulcritud, también, de vuestro cuerpo y de vuestro vestir; sentís que
vuestra alma, como no se ve, como no la mostráis a vuestros hermanos, no os
preocupáis por ella, pero estáis equivocados, Mis pequeños, sí mostráis a
vuestros hermanos, lo que vive vuestro interior, vuestros actos lo demuestran,
vuestra manera de hablar, vuestra manera de tratar a vuestros hermanos, vuestra
manera de vivir, eso viene de vuestra alma. Las Virtudes, el Amor, todo eso
pertenece a vuestra alma y aquellos que saben ver el alma, a través de las
acciones de sus hermanos, saben darse cuenta de lo que vosotros traéis por
dentro.
Pero, lo más importante, Mis pequeños, es que, cuando
regreséis a Mí, nada más será vuestra alma la que regrese a Mí, ya no tendrá
vuestra forma corpórea, ya no estará cubierta con ese traje humano que os di
para vivir en la Tierra, vuestro cuerpo se quedará aquí en la Tierra y polvo
será nuevamente, vuestra alma mantiene una vida, la vida espiritual, la vida
que realmente vale para el hombre, una vida que va a trascender, la vida que va
a ser premiada, castigada, se presentará ante Mí.
¿Cómo estaréis, Mis pequeños?, ¿realmente estaréis
orgullosos de presentaros ante Mí?, ¿os presentaréis con alegría, con un deseo
grande de abrazarMe, de besarMe, de contarMe todo lo que vivisteis en la
Tierra?, ¿cuánto hicisteis para que vuestros hermanos Me conocieran y Me
amaran?, ¿cuánto hicisteis, vosotros mismos, para que la Sabiduría que Yo os
doy, os hiciera crecer ante Mis Ojos y vosotros mismos os llenarais de esa
Sabiduría Santa que os hace gozar de Mi Gloria, ya desde la Tierra? ¿Qué hacéis
por vuestra alma? ¿Qué hacéis para darMe ese gusto de saber que todo lo que Yo
os he dado, no ha sido en vano?, que lo que se os dio en el Antiguo Testamento
y en el Nuevo Testamento, ha encontrado asiento y gozo en vuestra alma.
Ese es el regalo que Me daréis, que quiero ver de cada uno
de vosotros, que lleguéis ansiosos a buscar a vuestro Dios Creador, a vuestro
Dios Redentor, a vuestro Dios Consejero del alma.
¡Cuánto Amor siento por cada uno de vosotros! ¡Mi Corazón,
lleno de Fuego, de un Fuego de Amor que no se extingue en Amor por vosotros,
está para gozaros! Os gozo inmensamente y más, cuando veo que le dais el debido
respeto, el debido amor, el debido alimento a vuestra alma, porque todo eso
viene de Mí, de vuestro Dios, el que os creó para amaros y para que Me amaráis.
Os Bendigo, Mis pequeños y que la Luz del Espíritu Santo os
ilumine, para que llenéis vuestra alma de Mi Amor y de Mi Sabiduría Divina.
Gracias, Mis pequeños.
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