Y así no se puede seguir
11OCT 2013
Acto en el Angelicum con motivo de la presentación de las
actas del III Congreso Summorum Pontificum, que se celebró en Roma en mayo de
2011.
No estuve allí. Pero me lo refiere persona de mi total
confianza. Espero que mi traducción del italiano no haya alterado nada de lo
que me comunicó.
Hablaron el card. Burke, recordando el Motu Proprio,
los verdaderos motivos por los que Benedicto lo publicó: para garantizar el
derecho de todos los fieles a este Rito, y el mutuo enriquecimiento entre el
nuevo y el antiguo. Y recordó los sufrimientos en materia litúrgica de los que
da testimonio Benedicto en su carta a los obispos explicando el Motu Proprio,
en los tiempos del postconcilio, y la propia experiencia de sufriemiento antes
los cambios que vivió Burke en el seminario menor y en el mayor.
Después intervino el prof. Giovanni Turco, profesor de
filosofía política en Udine, de la importancia de este Motu Proprio porque
confirma el derecho de todos los fieles y la no abrogación del Rito antiguo.
Citó el testimonio, en contra de cómo se había llevado a cabo la reforma
litúrgica, y la eliminación del latín en la liturgia, que conducía a errores
dogmáticos en algunas traducciones, al traducir consubstantialem, no como de la
misma sustancia, sino como "de la misma naturaleza", lo cual es un
error trinitario.
Y al final habló Sandro Magister, alabando el Motu Proprio,
y resumiendo lo que considera que ha sido el Magisterio litúrgico de Francisco:
1. La prohibición del uso del rito romano antiguo a un grupo
de fieles: los Franciscanos de la Inmaculada, en contra del derecho universal
reconocido por Benedicto XVI.
2. La sustitución en bloque (que no ha comentado casi ningún
periodista ni blog, dijo él) del equipo de consultores del Oficio de
Celebraciones Litúrgicas del Papa: los cinco ratzingerianos (Bux, Gagliardi,
Silvestre, Gunther, Lang), sustituidos por varios profesores de san Anselmo
(línea anti-ratzingeriana y pro Piero Marini) y el rector del Colegio Griego en
Roma, P. Nin, monje de Montserrat pero que celebra en rito bizantino.
3. Cambio en la manera de celebrar la liturgia, y a este
respecto citó el artículo de Lucrecia de Rego de Planas.
4. "Detención" del examen que se estaba realizando
de la Misa llamada "Kika" o neocatecumenal por una comisión que
nombró Benedicto XVI. Lo último que se ha sabido es que Francisco los recibió
el 5 de septiembre a Kiko y Carmen y que salieron muy contentos y tranquilizados.
5. Palabras de Francisco en una entrevista que le hizo hace
tiempo la Civiltà Catolica, donde al hblar de la liturgia defendió la reforma
litúrgica y dio una nueva visión de la misma: "El Vaticano II supuso una
relectura del Evangelio a la luz de la cultura contemporánea. Produjo un
movimiento de renovación que viene sencillamente del mismo Evangelio. Los
frutos son enormes. Basta recordar la liturgia. El trabajo de reforma
litúrgica hizo un servicio al pueblo, releyendo el Evangelio a partir de una situación
histórica completa.
Sí, hay líneas de continuidad y de discontinuidad, pero una
cosa es clara: la dinámica de lectura del Evangelio actualizada para hoy,
propia del Concilio, es absolutamente irreversible.
Luego están algunas cuestiones concretas, como la liturgia
según el Vetus Ordo. Pienso que la decisión del papa Benedicto estuvo dictada
por la prudencia, procurando ayudar a algunas personas que tienen esa
sensibilidad particular. Lo que considero preocupante es el peligro de
ideologización, de instrumentalización del Vetus Ordo".
Según Magister: este Papa está siendo muy suave con todos
menos con los tradicionalistas, y ha dado una interpretación restrictiva del
uso de la liturgia antigua, al considerarla de nuevo como algo para grupos que
"tienen esa sensibilidad", y que tienen el peligro de la
ideologización.
En resumen, dijo Magister, la liturgia ya no es obra de
Dios, sino servicio al pueblo y relectura a la luz de nuestros tiempos. EL
mutuo enriquecimiento que auguraba Benedicto, no parece que por el moento se
vaya a dar con Francisco.
Y ahora viene lo más llamativo del acto: El cardenal
Burke y mons. Pozzo salieron a la mitad de la intervención de Magister, no sé
si porque debían irse o por prudencia, dada la crítica, serena pero dura, de Magister
a Francisco.
La retirada de un cardenal de un acto es llamativa. Y caben
todas las interpretaciones.