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*Si Me seguís rechazando, estáis rechazando también Mi
protección y satanás libremente podrá destrozaros.
*Tened confianza en Mí, vuestro Dios, en todo lo que vaya a
acaecer en vuestra vida, en el tiempo que viene, y tomad ésta prueba como
purificación de vuestros pecados.
*Éstos momentos que estáis pasando y los que han de pasar,
son de reparación y tomadlo así, Mis pequeños, no os lo envío Yo, lo permito y
lo limito, porque satanás quisiera destruiros.
*¡Ay! de aquellos que han buscado la maldad atacando Mi Amor,
atacando Mis Leyes, atacando lo que viene de Mí, porque a muchos de vosotros,
más os valiera no haber nacido.
Mensaje de Dios Padre a J. V.
Primer Misterio. Habla Dios Padre,
Sobre: Si Me seguís rechazando, estáis rechazando también Mi protección y
satanás libremente podrá destrozaros.
Hijitos Míos, ¿ni aún viendo lo que estáis viendo a vuestro alrededor, os
arrodilláis? Por muchos años os he estado advirtiendo de todas estas
situaciones que se os iban a venir, esto es parte de vuestra purificación, es
el sufrimiento que debéis padecer para purificar vuestra alma de todos los
pecados, de toda la maldad que la humanidad ha cometido contra Mi Sacratísimo
Corazón, contra Mi Amor, contra Mis Leyes.
Os vuelvo a recordar, Mis pequeños, que esto es solamente el
principio, muchos de vuestros hermanos están sufriendo ya dolores indecibles,
pérdidas materiales y aún de seres queridos. Todavía faltan momentos de gran
tribulación mundial, de gran dolor, de grandes penas que podéis aminorar
con vuestra conversión, con vuestro arrepentimiento, con regresar a Mí, vuestro
Dios, arrepentidos de vuestros pecado y con un firme propósito de mejora.
Por muchos años os he advertido todo esto, satanás está
manipulando las fuerzas de la Naturaleza en vuestra contra y vosotros lo tomáis
como algo natural, cuando estáis viendo que dichas destrucciones mundiales se
salen de la normalidad. ¿Por qué no entendéis, Mis pequeños? ¿Por qué no
entendéis que es vuestro pecado y vuestro abandono a Mis Leyes, a Mis Decretos,
a Mis Mandatos, lo que os causa todo esto?
Os repito, todavía faltan momentos muy difíciles, en donde
se escucharán vuestras lágrimas, y no sollozos, sino gritos desesperados,
porque perderéis lo que tanto habéis buscado, que es lo material. No buscasteis
lo espiritual, que era lo que os iba a defender de éstos ataques de satanás.
Así como él afecta la Naturaleza en vuestra contra, Yo, vuestro Dios, os la he
dado para que os alimentara y os protegiera. Ahí veis la diferencia, cuando la
Naturaleza se pone en vuestra contra y es destructiva y mala para todos
vosotros. En cambio, cuando estáis Conmigo y alegráis Mi Corazón, la Naturaleza
os provee de todo, os cuida, os alimenta, os protege.
Ved la diferencia, Mis pequeños, para que, realmente, os
deis cuenta quién está en vuestra contra y, no Soy Yo, vuestro Dios, para que
no blasfeméis Mi Santo Nombre con lo que está pasando y Me echéis la culpa por
vuestros descuidos, por vuestras obligaciones, que Me debéis a Mí, vuestro Dios
y Creador.
Todo se irá incrementando, todo será cada vez más
destructivo contra vosotros, Mis pequeños. Ya sabéis cómo poder detener
todo esto o aminorarlo, si os volvéis a Mí, Yo tendré Misericordia sobre
vosotros, si Me seguís rechazando, estáis rechazando también Mi protección y
satanás libremente podrá destrozaros.
Vosotros escogéis, sois libres, os he dado la libertad, si
queréis seguir sufriendo, vosotros escogeréis servir a satanás, si queréis
protección, cariño, Amor de parte Mía, deberéis volver a Mis Leyes, a Mis
Preceptos, a Mi Amor. Vosotros escogéis.
Gracias, Mis pequeños
Segundo Misterio. Habla Dios Padre,
Sobre: Tened confianza en Mí, vuestro Dios, en todo lo que vaya a acaecer
en vuestra vida, en el tiempo que viene, y tomad ésta prueba como purificación
de vuestros pecados.
¡Oh! ¡Necedad humana, no aprendéis vosotros, Mis pequeños! En la
antigüedad, el hombre Me retó construyendo la Torre de Babel, creyendo que con
eso se iban a salvar de otro Diluvio. Vuestra necedad hace que caigáis en
errores graves.
No entendéis que a Mí Me ganáis cuando estáis Conmigo,
cumpliendo con vuestras obligaciones que tenéis, ante Mí, como Dios y Creador.
Yo Soy sencillo, Soy un Dios de Amor, Yo no impongo, Yo aconsejo, os guío y os
doy libertad. Si estáis Conmigo, si venís a Mí, alegres, contentos,
serviciales, Yo os lleno de Bendiciones, porque Mi Amor os cubre, os llena,
porque Yo Me lleno de alegría hacia las almas que están cumpliendo con lo que
Yo les mando.
No imagináis, Mis pequeños, cómo gozo al ver las almas
buenas, las almas dadivosas con sus hermanos, las almas que han entendido que
debéis vivir en el amor, como verdaderos hermanos, hijos de una Familia Celestial.
Cuando os comportáis con benevolencia hacia vuestro prójimo, les deseáis lo
mejor y les buscáis lo mejor para su vida y para su crecimiento espiritual, Yo
Me derramo en Bendiciones, os consiento, os doy siempre más, pero aquellos
necios, que buscan solamente protegerse de Mi Ira Divina, no están viendo Mi
Corazón, no están viendo Mi Amor, no lo buscan y ven en Mí, solamente un Dios
de terror, un Dios vengativo, un Dios destructivo.
¡No, Mis pequeños! Yo no Soy más ése Dios del Antiguo
Testamento, que Me presenté así, ante toda ésa gente de corazón duro, corazón
malo, corazón egoísta, corazón destructivo y por eso os envié a Mi Hijo, para
que conocierais, y en Persona, Mi Verdadero Ser, que Soy Amo. Mi Hijo, le
dijo a la gente de ése tiempo, “el que Me ve a Mí, ve al Padre” y ése Soy
Yo, Dios de Misericordia, Dios de Perdón, Dios de Amor, Dios Benevolente, que
os aliento para que os arrepintáis de vuestra mala vida y, al hacerlo, os
acerquéis a Mí y recibáis todas las Bendiciones que cada alma debe recibir,
para que deis mucho fruto y para que podáis volver a vuestro lugar en el Reino
de los Cielos. Esta gente necia, ha hecho sus torres de Babel, ciertamente, ya
no son sobre la tierra, son debajo de la tierra, ¡qué necedad!, ¡qué necedad!
no necesitáis esconderos, no necesitáis luchar contra Mí.
Aquél que Me busca en el Amor, Me encuentra y se llena de
paz. Todos estos hermanos vuestros, que Me retan, haciendo todas estas Torres
de Babel subterráneas, no confían en Mi Amor, no están llenos de Mi Amor, creen
poderse zafar de Mí, de Mi Ira Divina, de Mi Justa Justicia. Ciertamente,
son hermanos vuestros que no solamente os están haciendo daño a vosotros, son
jefes de pueblos y naciones, que se han aprovechado de sus pueblos, de su
gente, se han llenado de vuestras riquezas y así, como se quedarán enterradas
ésas riquezas, quedarán sepultados ellos mismos, han construido sus propias
tumbas.¡Pobres hermanos vuestros, necios, tontos, que no quisieron aprender a
amar! Vivieron en las tinieblas, porque se volvieron instrumentos de satanás y
las tinieblas los recibirán.
Mientras, que vosotros, que habéis escogido la Luz, Luz
tendréis. Mi Luz os dará una Verdadera Vida en el tiempo por venir, después de
que paséis la gran tribulación.
Lo que ha sido obscuro, no podrá estar ante la Luz, Mi Luz
limpiará el Universo entero. Vosotros, los que hayáis escogido vivir en la Luz,
grandes gozos tendréis, porque Yo estaré con vosotros. Una nueva
generación de hijos Míos, llenos de Mi Luz, llenará la Tierra y el Universo
entero. Conviviréis los unos con los otros, Mi Santo Nombre se
alabará por todo el Universo, vuestros corazones, gozosos estarán, porque Yo
estaré con vosotros.
Llenaos desde ahora, Mis pequeños, de éste gozo Divino,
porque vosotros sabéis que estáis Conmigo y Yo estoy con vosotros. Os bendigo,
Mis pequeños y tened confianza en Mí, vuestro Dios, en todo lo que vaya a
acaecer en vuestra vida, en el tiempo que viene, y tomad ésta prueba como
purificación de vuestros pecados y de vuestra vida de error, para que podáis
ganar éste nuevo Tiempo por venir.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio. Habla Dios Padre,
Sobre: Éstos momentos que estáis pasando y los que han de pasar, son de
reparación y tomadlo así, Mis pequeños, no os lo envío Yo, lo permito y lo
limito, porque satanás quisiera destruiros.
Hijitos Míos, éstos momentos que estáis pasando y los que han de pasar,
son de reparación y tomadlo así, Mis pequeños, no os lo envío Yo, lo
permito y lo limito, porque satanás quisiera destruiros con todos éstos ataques
de la Naturaleza que él mismo está manipulando, por eso estáis viendo, que
se salen de total normalidad pero, de cualquier manera, Mis pequeños, lo
permito para vuestro bien. Mucho mal Me habéis causado, mucho dolor habéis
causado a Mi Tiernísimo y Amorosísimo Corazón. Muchos pecados habéis cometido
como humanidad y en lo personal, Mis pequeños, ésta es vuestra oportunidad de
reparar, tanto por vuestros hermanos como por vosotros mismos.
Ya os había dicho, Mis pequeños, que éstos desastres que se
están dando y se darán, son para hermanaros, para que vosotros os ayudéis los
unos a los otros. Poco harán los gobiernos por ayudaros, la ayuda vendrá de
unos a otros, entre hermanos y esto hará que vuestro corazón se llene de amor.
Tuvisteis mucho cuando estabais en calma, cuando no había
nada en vuestra contra. Os aprovechabais los unos de los otros, no había amor
entre hermanos, es más, os atacabais para quitaros los bienes, para
aprovecharos de vuestros hermanos. Os había dicho que esto iba a suceder para
que fuerais perdiendo todo aquello en lo cual vosotros mismos perdíais el
tiempo, que era el llenaros de bienes que solamente os iban a evitar subir
rápidamente al Reino de los Cielos, que iban a ser lastre, y lo estáis
viendo ahora, cómo en segundos se pierden los bienes materiales y
queda lo espiritual, la ayuda entre hermanos. Eso es más valioso, Mis
pequeños, porque eso es lo que va a ayudaros a entrar al Reino de los Cielos,
el amor que produzcáis por vuestros hermanos necesitados.
Mis pequeños, todo esto va ayudar para la Segunda Venida de
Mi Hijo sobre la Tierra. Esto que estáis viendo, estos desastres se volverán
alegría, porque produciréis amor y, cuando la Tierra se llene de amor, por
causa de un mal, con el que satanás os quiso destruir y que Yo lo vuelvo en un
Bien, preparará vuestro corazón para recibir a Mi Hijo en Su Segunda
Venida, así que, alegraos, Mis pequeños, porque lo que estáis viendo como
mal, será un instrumento de bien.Satanás nunca gana, Yo vuelvo bueno lo malo
que él quiera producir contra vosotros, alegraos pues, porque el tiempo de gran
alegría se acerca, el tiempo en que Mi Hijo vendrá a reinar entre vosotros, se
acerca, así que seguid produciendo todo el amor que podáis en estos tiempos de
tribulación. El amor vencerá y esto es seguro, Mis pequeños, porque Yo Soy
vuestro Dios y satanás no puede contra Mi Amor, no puede contra todo lo bello
que Yo he puesto en vuestro corazón, porque cuando vosotros os movéis en el
amor, os estáis moviendo de acuerdo a Mi Voluntad y satanás no puede contra Mi
Voluntad.
Así que tened esto en vuestra mente y en vuestro corazón, alegraos, porque el
tiempo está próximo de vuestra gran liberación.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio. Habla Dios Padre,
Sobre: ¡Ay! de aquellos que han buscado la maldad atacando Mi Amor,
atacando Mis Leyes, atacando lo que viene de Mí, porque a muchos de vosotros,
más os valiera no haber nacido.
(Lenguas…) Hijitos Míos, Soy vuestro Dios. ¡Ay! de aquellos que han buscado la
maldad atacando Mi Amor, atacando Mis Leyes, atacando lo que viene de Mí,
porque a muchos de vosotros, más os valiera no haber nacido.
Atacasteis lo que a Mí Me dolía tanto, atacasteis a los
pequeños, atacasteis a los débiles, a los pobres, a los que buscaban lo Mío y
Mi Bien, buscasteis la maldad y la maldad os aplastará. Os creísteis grandes
entre los hombres, os sentisteis poderosos, queríais que os reverenciaran
vuestros hermanos y lo lograsteis.¡Pobres de vosotros!, mucho dolor tendréis en
el reino del castigo que no se terminará nunca para vosotros. Maldad
buscasteis y quisisteis con ella destrozar a vuestros hermanos. Ellos
oraban por vosotros y vosotros no quisisteis reaccionar, vosotros mismos
buscasteis vuestra destrucción y lo lograsteis.
Satanás estaba con vosotros, le escuchasteis a él y os llevó
a vuestra destrucción eterna. Quisisteis destruir lo más grande que os
dejé en la Tierra, Mi Iglesia, Mi Palabra, el Alimento Divino, del cual os
debíais alimentar todos vosotros, para que crecierais a niveles altísimos de espiritualidad.
Quisisteis destruir lo Divino, ¡que tontos sois, Mis pequeños!, ¡qué tontos!, en
lugar de aprovechar el Alimento Divino, lo pisoteasteis, lo ultrajasteis,
¡pobres almas sacrílegas!, Mi Sangre, que pisoteasteis, ¡os condenará!
Mi Iglesia, el regalo más grande, también ultrajada. En
ella, traiciones, maldad, asesinatos, muerte, Yo no puse la Iglesia entre
vosotros para que la tratarais así, era ejemplo para todos vosotros y la
utilizasteis como arma de escándalo, para que muchos perdieran la Fe.
¡Ay! de vosotros, altos prelados de Mi Iglesia, que
utilizasteis los puestos altos, no para dar buen ejemplo y enseñanza, sino para
ser causa de escándalo y de destrucción espiritual a las ovejas que debierais
guiar y ayudar a crecer. En lugar de buscar el bien, os aprovechabais de
vuestro puesto, para aprovecharos de los inocentes, de los pequeños, de los
indefensos, a lo largo del tiempo, desde que ésta fue fundada por Mi Hijo.
Ciertamente, satanás siempre quiso destruir Mi Iglesia e introdujo
personajes destructivos, como los que tenéis ahora, pero la Promesa de Mi Hijo,
es que ésta va a perdurar hasta el fin del Mundo, pero ¡pobres de aquellos
que la ultrajaron!, son ésas almas que más les valiera no haber nacido porque
su mal ejemplo, destruyó la espiritualidad de muchas buenas almas. Ningún
alma mala quedará impune, conozco vuestros corazones, conozco vuestras acciones
y, aunque os escondáis en las profundidades, Mi Justicia Divina os alcanzará.
Mucha maldad se ha desatado y en eso, la gran mayoría de la
humanidad ha contribuido a que ella creciera y en lugar de orar, de respetar
Mis Leyes, de producir amor, preferisteis darle gozo a vuestro cuerpo, a
vuestras pasiones y hacer a un lado Mi Amor. Ahora estáis viendo las
consecuencias y aún así no os arrepentís. Muchas oportunidades le he dado al
género humano para que repare y reconstruya, pero no, se han desviado, como el
pueblo antiguo, pueblo escogido de Mi Corazón y que Me traicionó, como ahora lo
estáis haciendo, la gran mayoría de vosotros, por no decir todos, en mayor o en
menor grado, por eso, aceptad, como penitencia, lo que estáis padeciendo y
padeceréis, os lo merecéis y vosotros mismos lo sabéis.
Llorad vuestros pecados, llorad vuestra maldad, arrodillaos
y, quizá, eso os ayude a que Yo tenga Misericordia de vosotros y disminuya los
dolores que os merecéis. Prácticamente nadie puede elevar sus ojos hacia Mí y
verMe con mirada pura, santa, sin pecado, sin falta grave, sois pecadores
y la gran mayoría de vosotros no habéis buscado la santidad de vida que os
haría bellos ante Mis Ojos, agradables a Mi Mirada. Os amo, Mis pequeños, os
amo demasiado, peromucho mal Me habéis causado y ésta es la hora de Mi Justa
Justicia. Llorad vuestros pecados, haced penitencia, para que obtengáis Mi
Misericordia.
Gracias, Mis pequeños.