A todos los que lean este mensaje y a quienes lo crean les
pido que tengan sus almas preparadas por si Mi venida fuera cuando menos lo
piensen. Yo, Jesús, os hablo.
Debéis tener toda el alma limpia, muy limpia de
carroña, vicios arraigados, pecados aparcados y pecados de omisión y,
hacer una confesión general desde que tenéis uso de razón y repararme los
pecados que hicisteis. Yo, Jesús, os hablo.
Mi misericordia alcanzará a todo aquel que ponga de su parte y quiera tomar
parte de Mi Mesa, pero aquel que negligentemente no haga nada para salir del
pecado en que está, aquel tendrá un juicio Mío severísimo, porque la
negligencia es repugnante en las cosas de Dios. Yo, Jesús, os hablo.
Sacerdotes, debéis de predicar la importancia de los Diez Mandamientos y
rogar en las preces de la Iglesia por los moribundos, los alejados y los
pecadores. Porque se pide por las situaciones sociales de desempleo y demás y
se olvida (pedir) por la salvación de las almas. Yo,
Jesús, os hablo.
Sacerdotes, hablad en las homilías de los efímero que es la vida y de que la muerte es común a todos. Tratad de mover los corazones para que las almas vayan a lavarse al Sacramento de la Penitencia y suelten su lastre allí para que Mi misericordia los alcance.
Sacerdotes, hablad del papel importante de Mi Santa Madre en la Iglesia y en
las almas. Ella es también Madre de Misericordia y su mayor deseo es ayudar a
las almas. Apóstoles, grupos de oración, moveos para evangelizar y
facilitar a los fieles alejados, folletos, libros, estampas y
sacramentales que los ayuden a acercarse a Mí. Yo, Jesús, os hablo.
Pronto vendrá el Esposo y debéis estar preparados. Familias
hablad a los vuestros, a los miembros que estén alejados y pedidme la gracia de
que podáis ayudar a los alejados eficazmente. Yo, Jesús, os hablo y os aviso.
Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo cree y lo pone en práctica.