"He venido por TODOS mis HIJOS con el deseo de
acercarlos a Nuestros Corazones"




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LAS HORAS DE LA PASIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
Las veinticuatro horas de la Pasión

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Meditaciones Sobre la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo.
Para acompañar a Nuestro Señor Jesucristo, en cada Hora de su Pasión

Por Luisa Picarretta, hija de la Divina Voluntad. 
(En proceso de Beatificación)



HORA DE SAN JOSÉ
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Domingos a la 21 horas
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Por RORATE CÆLI -23/11/2014


lunes, 21 de octubre de 2013

El ecumenismo es sólo una herejía más de las tantas que circulan por la Iglesia y por el mundo.

Jesús nunca habló del ecumenismo, sino de la Unidad de Su Iglesia, la unión entre Él y Su Cuerpo Místico. La unión que produce la Verdad, que es Él. Nunca Jesús habló de unir a los hombres en muchas verdades, en muchos conocimientos, en muchas prácticas religiosas, que es lo que hoy vemos en la Iglesia y que se llama sincretismo religioso, cuyo adalid es Francisco, que da la mano a cualquiera y no importa ya sus verdades o su vida. Es el deseo de unir lo imposible porque se tiene un espíritu que no es el de Cristo, sino el del Anti-Cristo.

Es diferente el espíritu de un Anti-Papa al espíritu de un Anti-Cristo. El Anti-Papa no va en contra de Cristo ni de la Iglesia, porque sólo le interesa gobernar la Iglesia. Y no otra cosa. Pero el Anti-Cristo es el que se pone en la cabeza de la Iglesia para destruir a Cristo y a Su Iglesia. Por eso, Francisco no es sólo un Anti-Papa, por haber sido elegido inválidamente, viviendo el anterior Papa, sino también es necesario llamarlo Anti-Cristo porque ha destruido el Papado, que es la columna en la Iglesia que Cristo ha fundado en Pedro.
“Por ellos Yo ruego; no por el mundo ruego, sino por aquellos que Me has encomendado, pues tuyos son… Padre Santo, guárdalos en Tu Nombre, esto que Tú Me has dado, para que sean Uno como nosotros” (Jn 17, 9)
La Unidad de la Santísima Trinidad es la Unidad de la Iglesia.
Si no se parte de aquí, entonces se busca la unidad de la Iglesia en muchas cosas y se dice:
“todas las religiones son buenas y laudable, todas nos demuestran y significan igualmente ese sentimiento de llevarnos hacia Dios”: esta opinión es falsa y engañosa, que va en contra de la unidad de la Iglesia, porque bebe del naturalismo y del ateísmo, para las cuales la unidad es la unión de todos los hombres, sin importar su credo, porque todos somos hermanos.
“es justo y un deber que todos los que invocan el nombre de Cristo se unan en un mismo amor, por lo que dice Jesús en Su Palabra: «En esto conocerán todos que sois mis discípulos, en que os améis unos a otros»”(Jn 13, 35): unirse pero sin la verdad, sólo atendiendo a las diversas verdades que tengan cada uno. Es la reunión de todos los cristianos diciendo que todos tienen la verdad. Es lo que se llama pan-cristiano: Todos somos cristianos sin atender a la Verdad, que es Jesús. Sólo porque todos invocan el nombre de Jesús y eso produce un mismo amor entre los hombres.
Sólo una Iglesia es la Verdadera: la Revelada por Cristo, la fundada en Pedro. Las demás no son la verdadera: “Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré Mi Iglesia.” Aquella Iglesia que no tenga el Papado, como Cristo lo fundó, entonces ya no es la Verdadera.
“Dios, que en otro tiempo habló a nuestros padres en diferentes ocasiones y de muchas maneras, por medio de los Profetas, nos ha hablado últimamente por su Hijo Jesucristo” (Hb 1, 1-2): ninguna religión puede ser verdadera fuera de aquella que se funda en la palabra revelada por Dios. Dios habla a través de Su Palabra. Y Su Palabra es la Obra de Su Iglesia. No es la obra de las iglesias de los hombres.
Muchos niegan que la Iglesia Católica sea la verdadera porque entienden que la Iglesia visible no es más que la alianza de varias comunidades cristianas, no es una alianza en el Espíritu. Para ellos, la Iglesia de Cristo debe ser invisible y, por tanto, todos pertenecen a la Iglesia Católica porque tienen el Espíritu: “Mi Reino no es de este mundo” (Jn 18, 36). A lo cual se contesta que el Reino de Dios es espiritual porque pertenece a la Obra del Espíritu, pero los hombres, que forman la Iglesia, no son Espíritu, sino son alma y cuerpo, con un espíritu que les lleva a la Verdad, que es Jesús. Tiene que existir una Iglesia visible porque el hombre se compone de una naturaleza humana visible, con un espíritu invisible. Quien niegue la visibilidad de la Iglesia tiene que negar la visibilidad de los hombres, la naturaleza humana de cada hombre. Y esto es una herejía.
Y siguiendo esta herejía, es como nace el Ecumenismo: querer unir a todos los hombres en una misma iglesia invisible, que tiene un aparato político que organiza las cosas de los hombres. Esta es la nueva iglesia que funda Francisco.
La nueva iglesia que Francisco se ha inventado, al poner la horizontalidad del gobierno, ya no es la Iglesia Verdadera. Porque la que Cristo fundó descansa sólo en Pedro, no en ocho cabezas. Por consiguiente, sólo se hace Iglesia en el Papa Benedicto XVI, no en Francisco. La de Francisco ya se ha apartado de la Iglesia verdadera. Y es una más entre tantas. El problema es que ha hecho eso en Roma, en la Silla de Pedro. Esta es la gravedad de esa nueva iglesia, que nadie ha contemplado todavía.
Y esta nueva iglesia de Francisco es sólo una función política en lo externo de la iglesia, para conseguir que todo el mundo pertenezca a la iglesia, sin importar el credo, porque la Iglesia es algo invisible, no es visible.
Roma tiene que ser algo anecdótico en la Iglesia: “La Iglesia es esto, una palabra distinta, no por casualidad, de la Santa Sede que tiene una función importante pero está al servicio de la Iglesia”. (Declaraciones de Francisco). La función importante de la Santa Sede es la cosa política, pero no es el gobierno vertical que están en el Papado. Porque la Santa Sede “es vaticano-céntrica. Ve y atiende los intereses del Vaticano, que son todavía, en gran parte, intereses temporales. Esta visión Vaticano-céntrica se traslada al mundo que le rodea. No comparto esta visión y haré todo lo que pueda para cambiarla” . Francisco ya la ha cambiado al poner el gobierno horizontal y, por tanto, ha fundado otra iglesia, la suya, una nueva en Roma, que ya no es la de Cristo. Francisco se aparta de la Iglesia que Jesús fundó en Pedro. E inventa la suya. La Iglesia de Jesús sigue en el Papa Benedicto XVI. Ya no es la nueva iglesia de Francisco. Esto es muy importante y muy grave.
La función política de la nueva iglesia está contenida en estas palabras:“en la curia puede haber cortesanos, pero en su concepción es otra cosa. Es lo que en los ejércitos se llama intendencia, gestiona los servicios que sirven a la Santa Sede”. Para Francisco el Papado es sólo una cuestión política, externa, sin fundamento en la Revelación. Y, por tanto, es necesario ese gobierno horizontal para que la Santa Sede sea otra cosa, otra forma de hacer iglesia en Roma.
Por eso, en Roma ya no está la Iglesia que Jesús fundó en Pedro. La Iglesia de Jesús permanece en Benedicto XVI, verdadero Papa. Y hay que unirse a Él para ser Iglesia, para formar la Iglesia.
Quien se una a Francisco se aparta de la Iglesia de Jesús, porque él se ha apartado destruyendo el Papado. Y, aunque él hable que la Iglesia sigue siendo como antes, es sólo para engañar a las almas que, como no tienen vida espiritual, no viven de fe, se dejan influir por las palabras mentirosas de Francisco y de todos aquellos que siguen a Francisco.
Por eso, la importancia de levantarse en contra de la mentira de Francisco, que es lo que todavía no se ha hecho. Y eso es un castigo para la misma Iglesia. Y castigo divino por apartarse las almas de la Fe en la Palabra de Dios y vivir según los pensamientos de los hombres.
De aqui se deduce la persecución desde Roma a todas las almas que pertenecen a la Iglesia Católica para que formen la nueva iglesia de Francisco. Es una persecución espiritual, que ya ha comenzado en la Iglesia porque nadie se atreve a levantarse contra el nuevo gobierno horizontal. Quien diga que no le gusta Francisco, lo echan del trabajo, del sacerdocio, de todas partes.
Es la imposición del orgullo de Francisco. Es el fruto de su pecado. Y, por eso, Francisco se enorgullece de su nueva iglesia, porque ha conseguido lo que pretendía: su gobierno horizontal.
El problema para Francisco es su ineptitud para gobernar y su imprudencia en el hablar. Sus declaraciones son el signo de su imprudencia, de su soberbia, de su orgullo. Habló antes de constituir el gobierno horizontal y eso ha producido una división en el mismo gobierno horizontal, que ahora tiene que esperar a imponer lo que pretendían, por la imprudencia de ese masón. Si hubiera callado, Francisco hubiera dado un golpe de estado y, con el gobierno horizontal, habría metido otras herejías, se hubiera cargado otros dogmas. Pero ahora ve oposición, no sólo en la Iglesia, en su gobierno, porque no se sabe cómo imponer las cosas sin que se levante el griterío en la Iglesia. Por eso, se ha intentado calmar un poco la situación, desde las declaraciones, pero no se ha conseguido nada. Muchas almas han despertado, pero todavía quedan muchas dormidas. Y, en la Iglesia, si no se impone algo, entonces nada funciona. Y, para imponer una mentira, como ha sido el gobierno horizontal, hay que hacerlo como lo hizo Francisco: hay que dar tiempo a que esa noticia se vaya aceptando por todos y, después, ponerla sin más. Y, entonces, nadie dice nada.
Esta es la táctica de los políticos, porque no tienen la Verdad y no pueden imponer la mentira sin hacer un grave daño. Se va imponiendo poco a poco, y eso no produce daño. Ahora. Francisco tiene que pensar cómo introducir sus mentiras, como la supresión de la Santa Misa, el nuevo matrimonio, el nuevo bautismo, la nueva confesión, sin que nadie se le eche encima.
Por eso, lo más seguro es que lo hagan dimitir y poner a otro que produzca el golpe de estado deseado por la masonería.
Viene un tiempo de gran conflicto dentro de la misma Iglesia Católica. Ahora todos luchan por sus verdades en la Iglesia Católica, pero nadie lucha por la verdad, que es Jesús, y por la Obra de la Verdad, que es la Iglesia. Nadie atiende a la Iglesia, que está ahora sólo en el Papa Benedicto XVI. Ahí está en su pecado y no hay quien lo levante y así alce a la Iglesia a mirar, de nuevo, a la Verdad, que está dentro del Corazón de Jesús.

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 .-Inmejorable articulo, solo difiero un poco en algunos puntos sobre el anticristo.Según dicen las profecias, el falso profeta y el anticristo se uniran y gobernaran el mundo. Esperemos que al que no vea, se le abran bien los ojos. No decimos esto porqué nos guste, o porqué le tengamos manía, o porqué creamos a los periodistas, que según dicen los incondicionales de Francisco, "se inventan todo para desprestigiarlo", y entonces ellos, los incondicionales, van corriendo a decir, que lo que ha dicho no era así, que se le mal interpreta, y se esfuerzan hasta el cansancio, en decir, que ha dicho  lo que sí, debería haber dicho, pero, que no lo ha dicho. Francisco, no dijo, pero dejo entrever....Y lo que dijo, sí..., lo dijo.., Francisco no ofrece credibilidad, como podemos fiarnos de él, el cual dice una cosa, pero no..., es que en realidad quería decir otra, lo que pasa, es que nosotros no queremos entender,
La verdad es que no existe ninguna campaña de desprestigio, la única campaña, es la que el mismo se está haciendo,

(Ver)  Entrevista entre Bergoglio y Scalfari:

Dice Francisco:

“Yo creo en Dios, No en un Dios católico,  no existe un Dios católico, existe Dios. Y

 creo en Jesucristo, su Encarnación. Jesús es el mi maestro, mi pastor, pero Dios, 

el Padre, Abba, es la luz y el Creador. Este es mi Ser. ¿le parece que estamos muy

 lejos?”.


con sus ambiguos argumentos, mezclando verdades con mentiras, del si, pero no, y el no, pero, si, argumentos que nada tienen que ver con las enseñanzas, claras y diáfanas, de la  Iglesia que fundó Cristo.
Jesús dijo: (Mt 5,33-37) "Sea vuestro lenguaje: ‘Sí, sí’; ‘no, no’: que lo que pasa de aquí viene del Maligno".
 Francisco, se está destapando por si solo, con sus almibarado discurso, hablando mucho y no diciendo nada, o diciendo lo que todos quieren oir, y haciendo lo que no debería hacer, ni decir nunca, un papa. 
Las profecias se están cumpliendo, al pié de la letra, y muchos católicos están abriendo los ojos. Aunque no todos.
Es muchísimo más fácil la opción de aceptar herejias para no inmiscuirse, y esconder la cabeza como el avestruz, que oponerse a ellas. 
Pero, San Juan Bautista, acasó se calló..., los santos de todas las épocas que nos han precedido, acaso se callaron..., los mártires se callaron..., el Evangelio nos dice algo sobre "los perros mudos". 
¿Nos gustaría que insultaran a nuestros padres en nuestras propias narices? No, claro,que no. pues, con más razón a nuestro Padre del Cielo,  el 1er Mandamiento, nos dice:  "Amarás a Dios sobre todas las cosas ".
Según está anunciado en las profecías, el anti-cristo se dará a conocer al mundo mediante una aparición televisiva mundial. En el día de "la declaración Universal" , el aparecerá como "el mesías", el cuál engañará a todos y entonces ellos, el falso profeta, y el anticristo, se uniran y gobernarán el mundo, 

Sigamos orando por él, como nos pide Nuestra Madre
TLHDC

"Proclama la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, amenaza, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá un tiempo en que los hombres no soportarán la doctrina sana, sino que, arrastrados por su propias pasiones, se harán con un montón de maestros por el prurito de oír novedades; apartarán sus oídos de la verdad y se volverán a las fábulas." (2Tm 4,2-4).