POTENTE Y MARAVILLOSA ORACIÓN A LA DIVINÍSIMA SANGRE DE JESÚS, DICTADA POR NUESTRO SEÑOR A MARÍA VALTORTA
Dice Jesús:
«Esta vez me mostraré a ti bajo otro vestido. La Eucaristía es Carne, pero es también Sangre. Heme aquí con el vestido de Sangre. Mira como transpira y brota en regueros sobre mi rostro desfigurado, como corre a lo largo del cuello, sobre el tronco, sobre el vestido, doblemente rojo porque está empapado de mi Sangre. Mira como moja las manos atadas y desciende hasta los pies, al suelo. Soy precisamente Aquél que exprime la uva de la que habla el Profeta, pero mi amor me ha exprimido a Mí. De esta Sangre que he gastado toda, hasta la última gota, por la Humanidad, bien pocos saben valorar el precio infinito y disfrutar de los méritos potentísimos.
Ahora Yo pido a quien lo sabe mirar y entender, que imite a la Verónica y seque con su amor el Rostro sangrante de su Dios. Ahora Yo pido a quien me ama que cure con su amor las heridas que los hombres me hacen continuamente. Ahora Yo pido, sobre todo, que no se desperdicie esta Sangre, que se recoja con atención infinita, hasta las más pequeñas gotitas, y se derrame sobre quien no se ocupa de mi Sangre.
En el mes que está a punto finalizar, te he hablado mucho acerca de mi Corazón y de mi Cuerpo en el Sacramento. Ahora bien, en el mes de mi Sangre, te haré rezarle a Ella.
Di por tanto así:
“Divinísima Sangre,
que brotas por nosotros de las venas del Dios hecho hombre,
desciende como rocío de redención sobre la Tierra contaminada
y sobre las almas a las que el pecado hace semejantes a leprosos.
He aquí que yo te acojo, Sangre de mi Jesús,
y te derramo sobre la Iglesia,
sobre el mundo,
sobre los pecadores,
sobre el Purgatorio.
Ayuda, alienta, limpia, enciende, penetra y fecunda,
¡Oh Divinísimo Jugo de Vida!
Que la indiferencia y la culpa no pongan obstáculos a tu fluir.
Sino al contrario, por los pocos que te aman,
por los innumerables que mueren sin Ti,
acelera y difunde sobre todos esta Divinísima lluvia,
a fin de que a Ti se vaya confiados en la vida,
por Ti se sea perdonados en la muerte,
contigo se vaya a la Gloria de tu Reino.
Así sea.”
Ahora basta. Yo ofrezco mis venas abiertas a tu sed espiritual Bebe en esta fuente. Conocerás el Paraíso y el sabor de tu Dios, y ese sabor no te faltará nunca si siempre sabes venir a Mí con los labios y el alma lavados por el amor».
Desde el Mensaje de Jesús a María Valtorta del 28 de Junio del 1943 – Cuaderno del ’43.
---------------------------------
Enlace para descargar el Cuaderno del 1943 y otros libros de María Valtorta:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No se admiten comentarios que sean descalificativos e irrespetuosos. Estos mensajes serán eliminados o sujetos a moderación.