Silencios, análisis, oración, decisión son composturas
que los cristianos de estos tiempos debéis tener. Yo, Jesús, os hablo.
Nadie crea las cosas sin analizarlas se las diga quien se la
diga. Nadie se deje convencer por nadie ni por el más erudito de la sociedad.
Hijos, tened cuidado con lo que os quieran hacer aceptar, porque os digo que
seréis también culpables de vuestra ignorancia que no se comprometió para nada
a analizar las cosas y las creyó así como así. Yo, Jesús, os hablo.
Sois cristianos de Jesús de Nazaret, no sois cristianos de
ninguna otra religión. La religión ya está fundada, la religión la tenéis que
vivir tal y como siempre se os ha dicho, que nadie venga a imponeros conceptos
nuevos ni ideas que Yo no dije. Así pues hijos, os lo vuelvo a repetir, ¡firmes
en vuestra fe!, ¡muy firmes! y no os dejéis embaucar por promesas o situaciones
que no son de Mi Santo Espíritu y que os pueden hacer malograr la fe de siempre
en vuestra vida.
Hablo para aquellos cristianos que viven la fe verdadera,
que la han hecho meta de sus vidas, por eso, nada de innovaciones, ni de
gobiernos, ni de líderes, nada de otra forma de religión, la vuestra es la de
ahora, la que estáis viviendo ahora y que no se puede incumplir por otras cosas
aunque os parezcan maravillosas. La fe de Mis cristianos es una fe con la cruz
a cuestas como Yo la llevé, es una fe de sacramentos, de la Santa Eucaristía,
donde Mi presencia real está, y si os ofrecen algo diferente sea quien sea
(Gálatas 1, 8), quien lo haga nada tiene que ver Conmigo. Os lo digo
hijos, no caigáis, en mentiras, falacias, o engaños que os puedan perder
eternamente.
Pedid ayuda a Mi Santa Madre, a Mi Santo Espíritu,
glorificad con vuestras vidas a Mi Padre Eterno, y a MÍ, amadme hasta la
tortura, sea moral o física pero no permitáis que nadie os cambie la
fe de hace siglos. Yo, Jesús, os hablo y os advierto. Paz a todo aquel que
leyendo este mensaje lo cree y lo pone en práctica.