LLAMADO URGENTE DE DIOS PADRE A SU PUEBLO FIEL
Pueblo mío, paz a vosotros.
Se acerca la hora de mi próxima venida y mi pueblo sigue
adormecido por el pecado. El pecado de esta humanidad ha traspasado los límites
del comportamiento humano, ha dejado de ser ofensa a Dios, para convertirse en
algo tan cotidiano como la misma existencia. Quebrantar los preceptos del
Creador es parte de la vida de la inmensa mayoría de la humanidad; todo es
mirado y juzgado bajo la óptica del razonamiento humano, los preceptos de Dios
son desprestigiados y juzgados como obsoletos; el hombre de hoy ya no mira a
Dios, se ha divinizado e idolatrado, hasta el punto de creerse el mismo Dios.
Este mundo materialista ha tecnificado el pecado y ha
propagado toda su decadencia, haciendo de éste una costumbre. El cáncer del
pecado, la maldad y la corrupción han infectado todas las sociedades y han
destruido el don de la virtud y los valores humanos. La cadena de maldad y
pecado vienen en el hombre desde el vientre materno; los hijos nacen marcados
espiritualmente con la mancha de maldad, rebeldía y desobediencia de sus
padres. Si mi justicia divina no viene a restablecer el orden y el derecho,
todo cuanto fue creado el hombre lo destruirá.
El ansia de poder de esta humanidad está rompiendo el
equilibrio de las cosas creadas, el desamor y egoísmo del hombre de hoy, está
afectando el equilibrio espiritual del universo. El pecado rompe la armonía de
la creación y afecta espiritualmente el código de amor con el cual fueron
creados el hombre y la creación. La contaminación y destrucción de los recursos
naturales es un pecado grave contra la esencia del amor del Padre. ¡Todas las
naciones que exploten inmisericordemente los recursos naturales y no hagan nada
por reparar, serán borradas y su tierra y recursos pasarán a otras naciones!.
¡Ya se acercan los jinetes apocalípticos, el retumbar de sus corceles, traerá
desolación y muerte!. Ese será el pago que recibirá esta generación impía y
pecadora, por haberse rebelado de su creador y haber mancillado sus preceptos,
que son vida, paz, amor y armonía, para la sana convivencia humana y equilibrio
de la creación.
Mi próxima venida está cerca, despertad pueblo mío, para que
no os coja mi llegada por sorpresa, porque entonces, será muy tarde para los
que no me esperan.
Vuestro Padre, Yhavé, Señor de las Naciones. Dad a conocer
mis mensajes a toda la humanidad.
Enoch. Favor citar la fuente al colocar este mensaje en su
portal.
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