por pajares95
Jesús a Sor Josefa Menendez :
Vengo a descansar en ti:
¡Soy tan poco amado de los hombres!
¡Siempre buscando
amor, no encuentro más que
ingratitud! ¡Qué pocas son las almas
que me aman de verdad!
Quiero que estés dispuesta a
consolar mi Corazón siempre que te lo
pida, pues el consuelo que me da
un alma fiel compensa la amargura de
que me colman las almas frías e
indiferentes. A veces sentirás la angustia
de mi Corazón en el tuyo, pero
de este modo me aliviarás. No temas;
Yo estoy contigo. Cuando te dejo tan
fría, tomo tu ardor para calentar otras
almas. Cuando te hago sentir tanta angustia
es para no descargar mi cólera sobre
las almas… Cuando estás insensible y me
dices que me amas, es cuando más
consuelas mi Corazón. Un solo acto de
amor, cuando té sientas desamparada, repara
muchas ingratitudes de otras almas. Mi
Corazón los cuenta y los recibe como
bálsamo precioso. Quiero que me des almas.
Y para ello no te pido más que
amor en todos tus actos. Hazlo todo
por amor: sufre por amor, trabaja por
amor, sobre todo, abandónate al amor.
Cuando te hago sentir angustia
y soledad, recíbelo por amor. Quiero
valerme de ti como una persona
cansada se sirve de un báculo para apoyarse.
Quiero poseerte, rodearte, consumirte toda.
Escucha esta palabra: el oro se
purifica en el fuego, así tu alma se
purifica y fortalece en la tribulación
y el tiempo de la tentación es de
gran provecho para ti y para otras
almas. Entra en mi Corazón y estudia
el celo que lo devora por la gloria
de mi Padre. No temas sufrir si con
el sufrimiento, en algún modo, puedes
aumentar mi gloria y salvar almas.
¡Valen tanto las almas!… Por un alma
hay que sufrir mucho. ¿No sabes que
la Cruz y Yo somos inseparables?
Si me ves a Mí verás la
Cruz, y cuando encuentres mi Cruz me
encontrarás a Mí.
El alma que me ama, ama la
Cruz, y el que ama la Cruz, me
ama a Mí. Nadie poseerá la vida
eterna sin amar la Cruz y abrazarla
de buena voluntad por mi amor. El
camino de la virtud y de la
santidad se compone de abnegación y de
sufrimiento; el alma que generosamente acepta
y abraza la Cruz, camina guiada por
la verdadera luz y sigue la senda
recta y segura, sin temor de resbalar
en las pendientes, porque no las hay… La
Cruz es la puerta de la verdadera
vida y el alma que la acepta y la
ama tal cual Yo se la he dado,
entrará por ella en los resplandores de
le vida eterna. ¿Comprendes ahora cuán
preciosa es mi Cruz? No la temas… Soy
Yo quien te la doy y no te
dejaré sin las fuerzas necesarias para llevarla.
¿No ves cómo la llevé Yo por tu
amor? Llévala tú con amor por Mí.
Publicado por María Ferraz en 9:47
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