Queridos hijos, Mi Jesús necesita vuestro testimonio público
y valiente. No os desaniméis. Vosotros no estáis solitos. Dadme vuestras manos
y Yo os conduciré a Aquél que es vuestro Único y Verdadero Salvador. Como
Moisés condujo al pueblo a través del desierto obedeciendo la Orden del Señor,
Mi Jesús necesita de hombres valientes en Su Iglesia para conducir al pueblo
por el Camino de la Verdad. Moisés fue fiel y su lealtad condujo al pueblo a la
liberación. Pastores de la Iglesia de Mi Jesús, llevad a la gente las
Verdaderas Enseñanzas. No apartéis el pueblo del Camino de la Salvación. No
podeis complacer a los hombres sofocando la verdad. Sed valientes. Imitad a
Juan Bautista y no temáis. En Dios no hay verdad a medias. Soy vuestra Madre y
vine del Cielo para llevaros al Cielo. Sed mansos y humildes de corazón.
Aquellos que permanecieren fieles, serán proclamados Benditos del Padre.
Permaneced firmes en la oración. Yo rogaré a Mi Jesús por vosotros. Abrid
vuestros corazones y aceptad la voluntad de Dios para vuestras vidas. Alejaos
del mundo y servid al Señor com fidelidad. Después de toda tribulación, el
Señor enjugará vuestras lágrimas y veréis las maravillas de Sus obras. Adelante
en la defensa de la verdad. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre
de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez
más. Os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Quedad en paz.
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