Exorcistas americanos: Actividad demoníaca a la alza
Por Patti Armstrong. 11 de Marzo 2017
Hay un incremento alarmante en la actividad demoníaca
reportada por aquellos que trabajan en el ministerio del exorcismo, dijo el
exorcista para la Archidiócesis de Indianápolis, E.E.U.U. A pesar de que se han
dado pasos para aumentar el número de exorcistas, la demanda aún sobrepasa la
disponibilidad.
El padre Vincent Lampert ha sido exorcista de la
Archidiócesis
de Indianápolis desde el 2005.
El padre Vincent Lampert ha sido exorcista para la
Archidiócesis de Indianápolis desde el 2005 y es el pastor en San Malaquías en
Indianápolis. Él se preparó en el Colegio Americano en Roma y asistió en más de
40 exorcismos con el experimentado exorcista italiano P. Cármine De Filipi. A
pesar de que la identidad de la mayoría de los exorcistas está encubierta, el
P. Lampert a menudo ofrece charlas para
advertir contra el demonio y hacer volver a la gente hacia el poder de Dios.
En una entrevista para Register, dijo que ve un
incremento en el número de personas involucradas en rituales satánicos,
abriéndose ellos mismos al mal.
“El problema no es que el demonio haya elevado su juego,
sino que más personas están dispuestas a jugarlo”, dijo el P. Lampert.
Apuntó a la pornografía rampante, el uso de drogas y el ocultismo. “Donde
hay actividad demoniaca, hay siempre un punto de entrada”, dijo.
En Octubre pasado, el P. Lampert se reunió en Roma con la
Asociación Internacional de Exorcistas, un grupo de 400 líderes y sacerdotes
católicos. Es un grupo de apoyo que se reúne cada año. De acuerdo con él, los
miembros del grupo concuerdan en que hay una gran necesidad de más exorcistas.
Las posesiones demoniacas reales son contadas, de cualquier
modo, explicó el P. Lampert, “Sólo he visto tres posesiones en los últimos
tres años pero, también hay infestaciones, vejaciones y obsesiones”.
Explicó que la infestación demoníaca sucede en lugares donde
las cosas parecen moverse y hay ruidos elevados. Con la vejación, una persona es
atacada físicamente y puede tener marcas tales como quemaduras, mordidas o
rasguños. La obsesión demoníaca involucra ataques mentales, tales como
pensamientos persistentes del mal que corre a través de la mente de uno.
Cuando fue enrolado por su obispo como exorcista en el 2005, había sólo otros 12 más. Dice que ahora hay alrededor de 50 exorcistas más en los Estados Unidos a quienes conoce personalmente.
“En posesiones”, dijo el P. Lampert, “He visto
ojos volteados hacia atrás, vomitando obscenidades, contorsiones corporales,
olores desagradables, caída de la temperatura en el cuarto, y he observado
algunas levitaciones”.
Cuando fue enrolado por su obispo como exorcista en el 2005, había sólo otros 12 más. Dice que ahora hay alrededor de 50 exorcistas más en los Estados Unidos a quienes conoce personalmente.
Los Obispos responden
Los obispos católicos están al tanto del aumento de reportes
de actividad demoníaca ya que un sacerdote sólo puede llevar a cabo un
exorcismo con el permiso del obispo. De acuerdo con el Obispo Thomas
Paprocki de la Diócesis de Springfield, Illinois, “El Derecho
Canónico pide que un obispo otorgue permiso antes de que un exorcista pueda
realizar un exorcismo mayor, sin embargo los obispos no reciben ningún tipo de
entrenamiento formal en exorcismos”.
Para brindar apoyo a los obispos, en 2010, mientras era el
presidente del Comité sobre asuntos canónicos y gobierno de la Iglesia para la
Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, el obispo Paprocki organizó una
conferencia de dos días sobre todos los aspectos del exorcismo.
En respuesta directa a la necesidad de exorcistas preparados
en los Estados Unidos, el instituto con base en Milwaukee, Instituto
Papa León XIII, se fundó en el 2012 para apoyar “la formación
espiritual de sacerdotes que trajeran la luz de Cristo para disipar el mal”. Comenzó
como una serie de reuniones informales a petición de los obispos americanos
buscando educación y entrenamiento. Fue también en respuesta a la recomendación
del Papa San Juan Pablo II de que cada diócesis nombrara un exorcista. Un
portavoz de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos dijo que, a pesar de que
idealmente cada diócesis debería tener su propio exorcista, no se tienen
estadísticas de las cifras actuales.
Msgr.
John Esseff, presidente de la mesa de directores del Instituto, fue uno de
los miembros fundadores. Ha sido sacerdote por 63 años, y exorcista en la
Diócesis de Scranton, Pennsylvania, por más de 40 años. A menudo ofrece charlas
en el Instituto, sobre exorcismo y liberación.
Una de las puertas de entrada del demonio. El tablero de
Ouija.
“A medida de que la aceptación del pecado ha aumentado, así
también ha aumentado la actividad demoníaca”, dijo Mons. Esseff.“Los
obispos vieron la necesidad de más exorcistas preparados ya que muchos casos
han sido referidos desde por todo el país hacía las diócesis que tenían
exorcistas”.
“Una persona debería ser atendida en su propia diócesis”, añadió.
El Instituto Papa León XIII graduó a su primera generación
de 55 exorcistas, sacerdotes y diáconos de su programa de dos años del 2015. El
entrenamiento implica sesiones de 10 días en el Seminario de Mundelein en
la Archidiócesis de Chicago, dos veces al año durante dos años. Una segunda
generación de 52 exorcistas se graduará este otoño.
“Tengo esperanza de que los obispos estén más al tanto de su
papel como ‘exorcista en jefe’ en sus diócesis”, dijo Mons. Esseff. “Hay
también algo de resistencia a la realidad de Satanás”, en la Iglesia,
entre sacerdotes y obispos, añadió, “como si sólo existiera el mal y no el
demonio”.
“Jesús es el único que puede vencer a Satanás”, dijo
Mons. Esseff. “Él vence con la luz al reino del mal. Y cada sacerdote
representa a Jesús. El demonio no ve al sacerdote – él ve a Jesús”.
Exorcismos Menores
El Obispo Paprocki, quien también ha dado lecturas en el
Instituto León XIII, dijo que le gusta enfatizar la diferencia entre los
exorcismos mayores y menores. “Un exorcismo menor ocurre con mucha
frecuencia en la Iglesia, cada vez que hacemos un bautismo”, dijo a Register. “Es
un asunto de rechazar a Satanás y todas sus obras”.
Un sacerdote no necesita del permiso del obispo para hacer
un exorcismo menor en situaciones donde hay una influencia maligna, explicó el
obispo Paprocki. “Es sólo una cuestión de pedir a Dios que venza las
influencias del mal”.
El padre Salvador Hernández, exorcista oficial de la
diócesis de Cartagena-Murcia, sosteniendo en sus manos el Crucifijo de San
Benito y agua exorcizada, ambos poderosos instrumentos para realizar exorcismos
mayores.
“La razón por la que un exorcismo mayor requiere del permiso
del obispo es porque el sacerdote habla directamente al demonio y le ordena en
el Nombre de Jesús que abandone a la persona”, dijo. “Para que el
sacerdote pueda hacer esto, necesita a la autoridad de la Iglesia atrás de él”.
El P. Lampert dijo que un sacerdote, e incluso un laico,
pueden recitar oraciones de exorcismo menor ya que ellos se dirigen a Dios. “Los
fieles laicos no deben dar órdenes a los demonios”, dijo. “Los
demonios reconocen la autoridad de los obispos y de la Iglesia. Si tú reclamas
autoridad por tu cuenta, puedes meterte en problemas”, advirtió a los
laicos. Y se refirió a un ejemplo, de cuando exorcistas judíos trataron de
expulsar un espíritu del mal. El demonio dijo: “Reconozco a Jesús, conozco
a Pablo pero, ¿quién eres tú?”. Y entonces los atacó.
“No es que los exorcistas tengan ese poder”, dijo el P.
Lampert, “sino el poder de la autoridad de la Iglesia que viene de
Jesucristo. Los Católicos entienden que las personas no tienen ese poder”.
Cada uno de los entrevistados para este artículo declara que
el trabajo ordinario del demonio es la tentación, así que es el pecado lo que
le da la entrada en la vida de las personas. Todos ellos animan a la gente a
tener una vida de fuerte oración, y a confesarse y recibir la Eucaristía con
frecuencia.
El P. Lampert advierte a la gente a no dar mucha atención al
demonio. “El enfoque debe estar en Dios y en Jesucristo”, dijo. “Cuando
me recuerdo a mí mismo que Dios está a cargo, se pone todo en perspectiva, y la
preocupación y el miedo se disipa”.
Añadió que, “Si la gente construyera una vida de fe, el
demonio estaría derrotado”.
Traducción de Como Vara de Almendro
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