Aparte de que la renuncia del Papa Benedicto XVI fue
inválida, pues éste fue sometido a presiones internacionales así como a
amenazas de muerte y de cisma, y aparte del hecho de que Bergoglio y otros
nueve cardenales se auto excomulgaron de la Iglesia antes del cónclave de 2013
por haber hecho cabildeo ilícito a favor del argentino, el cónclave mismo
estuvo plagado de irregularidades las cuales, según el artículo 76 de la
Constitución Universi Dominici Gregis, "la elección es nula e
inválida, sin que intervenga ninguna declaración a propósito y, por lo mismo,
ésta no confiere ningún derecho a la persona elegida". Es decir, por donde
quiera que se le vea, Bergoglio no es un verdadero Papa sino, más bien, el 38
antipapa en la historia de la Iglesia.
Respecto a la invalidez de la renuncia de Benedicto XVI
existieron seis elementos que revelan la forma en la que presionaron al Papa
para obligarlo
a renunciar.
Respecto al cabildeo ilegítimo a favor de Bergoglio, el cardenal Godfried Danneels reveló en su autobiografía, y en el discurso de la presentación de su libro, cómo él y otros ocho cardenales conformaron un "club mafia", conocidos entre sí como el "Grupo de Sanit Gall", para maquinar contra Benedicto XVI y lograr que Bergoglio llegara al papado.
Respecto al cabildeo ilegítimo a favor de Bergoglio, el cardenal Godfried Danneels reveló en su autobiografía, y en el discurso de la presentación de su libro, cómo él y otros ocho cardenales conformaron un "club mafia", conocidos entre sí como el "Grupo de Sanit Gall", para maquinar contra Benedicto XVI y lograr que Bergoglio llegara al papado.
El artículo 79 de la Constitución Universi Dominici
Gregis , que establece los detalles de cómo se debe celebrar el cónclave,
dice así: "Confirmando también las prescripciones de mis
Predecesores, prohíbo a quien sea, aunque tenga la dignidad de Cardenal,
mientras viva el Pontífice, y sin haberlo consultado, hacer pactos sobre la
elección de su Sucesor, prometer votos o tomar decisiones a este respecto en
reuniones privadas".
Y en el artículo 81 se establece que esos compromisos se
castigan con la excomunión latae sententiae (es decir, automática,
sin necesidad de declaración por parte de nadie, ipso facto y eo
ipso).
La información que revela el cardenal Danneels unos días
antes del Sínodo, coincide con la publicada por Austen Ivereigh, en su libro
"El Gran Reformador" en el que revela como, durante el cónclave de
2013, cuatro cardenales del grupo mafioso de Saint Gall (Kasper, Lehman,
Danneels y Murphy-O´Connor) se asociaron para orquestar ilícitamente una
campaña a favor de la elección de Bergoglio, después de que éste último aceptó
ser el beneficiario de esa confabulación.
Cabe mencionar que Ivereigh es gran admirador de Francisco,
y que e incluso acudió al Vaticano para entregarle personalmente un ejemplar de
su libro, sin pensar que en el capítulo 9 "El Cónclave", en el que
narra cómo el grupo de cardenales que denomina el "Team Bergoglio",
hicieron una campaña
de cabildeo ilegítima ilegítima para allanar el camino al candidato
argentino, la cual compromete la legitimidad de la elección.

Seguramente Ivereigh no sabía que la Constitución que rige
los cónclaves, la Universi Dominici Gregis, establece penas de
excomunión latae sententiae (es decir automática, sin necesidad de
declaración por parte de nadie) para los cardenales que promuevan votos a favor
de algun otro cardenal (Art. 81, 82, 83).
Los responsables de ese cabildeo estuvieron excomulgados de
inmediato, ipso facto, y eo ipso, según el derecho canóninico, y
dejaron de formar parte de la Iglesia. Más aún, la Constitución señala que
también la persona que aceptó ese lobbing quedó excomulgada. Es
decir, el mismo Bergoglio habría estado, según el Derecho Pontificio, fuera de
la Iglesia al momento de su elección.
Posteriormente a la elección vino la publicación de dos
libros que dan a conocer las graves irregularidades que se cometieron dentro
del cónclave que eligió a Francisco. El primero es el libro de Elisabbeta Piqué
(biógrafa autorizada de Bergoglio desde Argentina) titulado "Francisco,
vida y revolución". Piqué supo, por el mismo Francisco, lo que sucedió
dentro del cónclave. El otro libro es del famoso vaticanólogo Antonio Socci "Non
è Francesco" (El Papa no es Francisco).
Las revelaciones de Piqué son tan consideradas como
provenientes de Francisco que el Osservatore Romano, periódico oficial de
El Vaticano, publicó el capítulo en que se narra la forma en que se desarrolló
el cónclave. También hizo lo mismo Radio y Televisión Vaticana. Y es que
Bergoglio, al ser electo Papa, sintió que la amenaza de excomunión -que recae sobre
cualquier cardenal por revelar lo sucedido en el cónclave- ya no le afectaba, y
le narró a la periodista cómo sucedieron las cosas dentro de la Capilla
Sixtina.
La narración: en el cónclave, la tarde del 13 de marzo, en
la cuarta votación del día, aparecieron 116 votos, cuando solo había 115
cardenales en el aula. Un cardenal metió una papeleta de más. Esa cuarta
votación la ganó el cardenal Angelo Scola, de Milán (la misma Conferencia
Episcopal Italiana emitió un boletín felicitando a Scola por haber sido electo
Papa).
La votación se anuló indebidamente. El sitio de Angelo
Scola publicó que el recién electo Papa tomó el nombre de Juan XXIV. Lo replicó
también Wikipedia. A los pocos minutos ambos sitios quitaron ese resultado. Y
es que cuando el recién electo Papa se encaminaba ya al balcón de San Pedro, un
grupo de cardenales, en su mayoría alemanes y estadounidenses, se le acercó para
indicarle que tenía que volver a la Capilla Sixtina, dado que la votación había
tenido que ser anulada.
Ahora bien, la Constitución Apostólica Universi
Dominici Gregis (Art. 69) establece que cuando hubiera dos papeletas
dobladas como proviniendo de un mismo cardenal y tuviesen el mismo nombre o uno
estuviese en blanco, se debe contar como un solo voto. Si, en cambio, lleva dos
nombres diversos, se anulan ambas papeletas y ninguno de los dos votos es
válido. Pero claramente establece: "en ninguno de los dos casos se deberá
anular la elección". En este caso, hubo una papeleta blanca de más. Y no
se siguió lo establecido, sino que se anuló la elección, cosa que estaba
expresamente prohibido.
Contraviniendo las disposiciones de la Constitución, la
cuarta votación se declaró nula, obligaron al Cardenal Angelo Scola, recién
electo y habiendo tomado el nombre de Juan XXIV, a renunciar y regresar a la
Capilla Sixtina, y se procedió a una quinta votación, en la que salió electo Jorge Mario
Bergoglio.
Esa fue la segunda irregularidad del cónclave, pues la
Constitución establece (Art. 63) que solo debe haber cuatro votaciones cada
día, dos por la mañana y dos por la tarde.
La situación de que la designación de Bergoglio pudiese ser
efectivamente inválida resulta clara, según dicen los canonistas, si nos
atenemos al artículo 76, el cual afirma que: "Si la elección se
llevase a cabo de forma diversa a como está prescrito en la presente
Constitución o no se hubieren observado las condiciones establecidas la
elección es, por ello mismo, nula e inválida, sin que intervenga ninguna
declaración a propósito y, por lo mismo, ésta no confiere ningún derecho a la
persona elegida".
Este cúmulo de evidencias llevó al Cardenal George Pell a
declarar que Francisco bien podría ser el 38 antipapa en la historia de la Iglesia, y no el Papa
266, como la inmensa mayoría cree.

Por último, cabe señalar que, si bien todo lo anterior
pudiera ser objeto de duda o descrédito, toda argumentación en contra se
terminó cuando el cardenal Danneels reconoció, en su biografía, que él y un
grupo de cardenales, el "Club Mafia", complotaron obligar a renunciar
a Benedicto XVI. A confesión de parte, relevo de pruebas.
Así describieron algunos santos y místicos el cisma que
sacudirá a la Iglesia, y que podría tener mucho que ver con la herejía papal
que estamos presenciando:
* San Francisco de Asís: "Habrá un Papa electo no
canónicamente que causará un gran cisma en la Iglesia".
* Beata Ana Catalina Emmerick (religiosa agustina): "Vi
una fuerte oposición entre dos Papas, y vi cuan funestas serán las
consecuencias de la falsa iglesia (...) Esto causará el cisma más grande que se
haya visto en la historia".
* Sor Lucía de Fátima: "Habrá cardenales contra
cardenales, obispos contra obispos; satanás marchará en medio de ellos".
* Y, la más importante, la revelación de la Santísima Virgen
en La Salette: "Roma perderá la fe, y se convertirá en la sede del
anticristo"
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