Hoy 14 de Septiembre
Fiesta de la exaltación de la Santa Cruz
Fiesta de la exaltación de la Santa Cruz
el cielo que me tienes prometido;
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor; muéveme el verte
clavado en esa cruz y escarnecido;
muéveme el ver tu cuerpo tan herido;
muévenme tus afrentas y tu muerte.
clavado en esa cruz y escarnecido;
muéveme el ver tu cuerpo tan herido;
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, al fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo yo te amara,
y aunque no hubiera infierno te temiera.
que aunque no hubiera cielo yo te amara,
y aunque no hubiera infierno te temiera.
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
lo mismo que te quiero te quisiera.
***
"...Han sido muchos los
intentos de atribución de este soneto a uno u otro autor, sin que la crítica se
haya sentido suficientemente comprometida a corroborar una autoría, falta de
argumentos probatorios suficientes. San Juan de la Cruz, santa Teresa, el P.
Torres, capuchino, y el P. Antonio Panes, franciscano perteneciente a la
Provincia de Valencia, figuran entre otros de probabilidad más dudosa. La
atribución a los dos carmelitas responde al tema del amor desinteresado, que
anticipa la mística franciscana, de donde bebe santa Teresa, al menos. El
estilo que muestra el soneto, rico en juegos formales, no nos recuerda la
riqueza imaginativa que singulariza al de Fontiveros, ni el más simple y llano
de la santa abulense..."