"...Meditad esto, Mis pequeños, llevad estas Palabras a vuestro corazón y dejad que Mi Santo Espíritu os las vaya grabando en vuestro interior. Podéis cambiar, todavía, algo de los acontecimientos por venir, pero, prácticamente, ya todo está sobre vosotros. No os apartéis de la oración, no os apartéis de la vida Sacramental, no os apartéis del Santo Rosario y, así, podréis salvar eternamente vuestra alma y la de muchos de vuestros hermanos..."
Rosario vespertino-MENSAJE ÚNICO
Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
Habla Nuestro Señor Jesucristo
Sobre: Se os dio mucho y mucho desperdiciasteis. Dos mil
años, poco más de dos mil años de Evangelización y ¿qué habéis hecho? Ya el
Tiempo se terminó, vuestro futuro pende de un hilo.
Hijitos Míos, se os había ya dicho, en las Sagradas
Escrituras, y en las Apariciones, tanto Mías, como las de Mi Madre, que en los
últimos tiempos, y cuando fuera a darse el final, satanás, iba a atacar con más
furia, y ya estáis viendo cómo se ha ido incrementando todo este mal a vuestro
alrededor. Ciertamente, muchos hermanos vuestros no se dan cuenta de ello,
otros, no se quieren dar cuenta y otros, están viendo muy claro la situación
que estáis viviendo, pero, éstos, los que os estáis dando cuenta, sois
vosotros, los que estáis Conmigo y que habéis aceptado, por años, Mi Presencia
en vuestros grupos, en vuestra vida y en vuestra oración.
Vuestros hermanos van perdiendo la Fe, satanás se ha
encargado de eso y el hombre no ha puesto mucho de su parte, para
mantenerla. Debieran haber incrementado su Fe y su Amor hacia Mí, pero no
lo han hecho y satanás se ha aprovechado de ello, porque, si vosotros
hubierais incrementado vuestra donación a Mi Voluntad, Yo os estaría
defendiendo, fuertemente de todo maly, satanás, no os estaría atacando, como lo
está haciendo ahora.
Ya estabais avisados de que ibais a ir sufriendo lo que
Yo sufrí en Mi Pasión y muchos, en muchos países, estáis sufriendo los flagelos
de los Jinetes del Apocalipsis: la guerra, el hambre, la peste, la muerte,
pero, más, la muerte espiritual.
La humanidad ha muerto. La humanidad no tiene Vida, vivís y
hacéis cosas de todos los días, pero Yo no estoy en vuestra vida, Yo ya no vivo
en vosotros, vuestro cuerpo es el que vive, vuestra alma está muerta a la
Gracia, ¿de qué os sirve vivir, como estáis viviendo? Algunos, todavía,
viviendo con lujos desmedidos, cuando otros de vuestros hermanos, millones de
ellos, están sufriendo, porque no tienen, prácticamente, ni lo mínimo, no
para vivir, sino para sobrevivir.
Mucho os he hablado de la Caridad, de la compasión hacia
vuestros hermanos, del servirles, de ayudarles, de compartir de lo vuestro,
para que os tratéis como verdaderos hermanos; y ¿qué habéis hecho? ¡Nada!, no
sois hermanos, hasta parecéis enemigos, os atacáis, os robáis los unos a los
otros.
Vais de mal en peor, y un alma vacía de amor, no puede
entrar a Mi Reino de Amor. En la Tierra, en vuestra misión, os vais preparando,
vais creciendo en el Amor, porque os he dicho que para eso bajasteis, para
producir Amor y, con Él, ayudar vuestros hermanos a bien vivir y a bien morir,
o sea, a transmitir Conocimiento, Mi Conocimiento, a transmitir Mi Vida, que es
Amor y a ayudar a vuestros hermanos en sus salvación. Pero ya no pensáis ni
siquiera en ello, no os tratáis como verdaderos hermanos, pero, sí, queréis,
que os traten bien y os respeten, cuando vosotros no dais amor ni respeto.
No os ayudáis los unos a los otros. Pedís, para que nadie a
vuestro alrededor se enferme, o sufra, para que vosotros no tengáis que
ayudarles en su recuperación. Queréis que los demás os traten bien, cuando
vosotros no movéis ni un dedo por ayudar al hermano necesitado. ¿Cómo
queréis amor, si vosotros mismos no lo cultiváis en vuestro corazón?
No vivís, realmente, el Cielo que Yo quisiera que
estuvierais ya gozando, aquí, en la Tierra, esa era vuestra obligación. Con
vuestra actuación, con vuestra vida, tomada de Mi Ejemplo, debierais, vosotros,
haber empezado a construir el Cielo en la Tierra, pero no sucedió eso. Ahora,
ved a vuestro alrededor, todo está marcado con la maldad de satanás.
Mi Madre, la Siempre Virgen María, se ha aparecido
innumerables veces alrededor del Mundo, porque este es Su Tiempo. Mi Padre
Le concedió este Tiempo para la Gran Lucha de la Mujer contra la serpiente y,
más que serpiente, es el dragón del Apocalipsis; sí, ya no es la serpiente
del Génesis, ha tomado mucho poder satanás y, ahora, es el del dragón de la
siete cabezas, las siete logias masonas alrededor del Mundo, que os están
destrozando a todos vosotros, a toda la humanidad, llevándoos a la maldad, a la
inconsciencia, a vuestra propia destrucción espiritual y humana. Han provocado
que vosotros os vayáis apartando de Mí, de vuestro Dios, de Mi Madre, la
Siempre Virgen María, de Mi Santísima Trinidad, del Cielo entero. Os predican
que gocéis al máximo aquí en la Tierra, porque no hay nada más después de
vuestra muerte. Os predican que os aprovechéis de vuestro hermano: que los
listos son los que tienen derecho a gobernar sobre los tontos, y se creen, así,
los gobernantes de la Tierra. ¡Qué equivocados están, éstos que se creen
superiores a Mí, vuestro Dios! Atesoran los bienes que no son suyos, le
roban al pobre y hasta le quitan el alimento de su boca, con tal de atesorar
más y presumirlos, unos a los otros, quién es el que más tiene, sin darse cuenta
que el peso de todo ese dinero, los aplastará y los hundirá en el fuego del
Infierno.
Ciertamente, Mis pequeños, los que estáis Conmigo, estáis
padeciendo una purificación, que os va a llevar a vuestra santificación, porque
ya estáis aprendiendo a confiar en Mí. Ya no os enojáis, ya no vociferáis
contra Mí, porque ya habéis aprendido que, de un mal, siempre surge un bien. Y
esto es lo que sucederá en esta Purificación que ya está sobre vosotros,
veréis una nube de maldad que os cubrirá; pero, esa nube de maldad, acabará
llevándose a los malos, no a los buenos, no a los que han buscado el
mantenerse bajo Mis Leyes y bajo Mi Amor.
Todos esos gobernantes corruptos, asesinos, ladrones, serán
eliminados de la Tierra. Todos aquellos que han trabajado para quitar Mi
Presencia y Mi Nombre, del corazón de todos vosotros, también, serán
eliminados, porque ellos están trabajando para satanás, porque no están
trabajando para difundir Mis Enseñanzas y Mi Amor. Ellos están en contra del
Amor y, si es así, no pueden vivir en el Reino de Amor que voy a instituir en
la Tierra y, menos podrán vivir, después, y eternamente en el Reino de los
Cielos, porque no tienen Amor, porque no lo tuvieron con sus hermanos, porque
no promovieron la hermandad Divina entre los hombres y, así lo digo, hermandad
Divina, porque Yo, vuestro Hermano Jesucristo, os di a Mi Madre, para que
fuera, también, vuestra Madre y, de esta forma, soMos Hermanos. ¿Os dais
cuenta lo que habéis desperdiciado, Mis pequeños? una Hermandad Divina y,
si os hubierais tratado, unos a otros, como verdaderos hermanos, estaríais
gozando, también, de los Bienes Divinos en la Tierra y, vuestro paso hacia el
Reino de los Cielos, hubiera sido, todavía, más hermoso.
Todo esto y más, habéis perdido, porque preferisteis trabajar
para satanás y no para Mí, vuestro Dios. Satanás os ha engañado de múltiples
formas y teníais todas las capacidades espirituales para defenderos de él,
pero no os acercasteis a la Fuente de Amor, que Son las Sagradas
Escrituras, no os acercasteis a comer y beber de Mí y, así, os alimentarais con
lo más grande que tenéis aquí en la Tierra, la Sagrada Eucaristía, que os
iba a dar una nueva vida y que os iba a mantener en ella, porque, al tomarMe,
Yo empiezo a tomar posesión del alma que Me toma, pero Me despreciasteis y Me
olvidasteis en el Tabernáculo. No os tratasteis como verdaderos hermanos
y, ahora, os peleáis y os teméis los unos a los otros. Os encerráis en vosotros
mismos, no tratáis a vuestros hermanos ni os interesa tratarlos, ya sea por
soberbia, ya sea por temor, porque ya no sabéis tratar a vuestros hermanos.
Estáis tan apartados de la Verdad. Satanás ha obscurecido
vuestra mente, ha velado vuestros ojos, ha tapado vuestros oídos. Con esto, os
quiero decir que, todo lo que vosotros percibís a vuestro alrededor, es
falso. Satanás os muestra una vida muy diferente a lo que vosotros debéis
vivir. Ya no tiene que hacer mucho esfuerzo para conquistaros, para
haceros caer en la tentación y al pecado, porque ya no tenéis defensas. Ha ido
minando, poco a poco, vuestra voluntad. Camináis indefensos en el campo de
batalla, que es la vida; os presenta las tentaciones y fácilmente caéis en
ellas, porque ya no hay Virtud en vosotros, ya no hay espíritu de lucha contra
la maldad, la aceptáis fácilmente, porque se ha vuelto ya, el modo de vida de,
prácticamente, todos vosotros. Vivís todos en pecado, en falsedad, en errores
y, a veces, muy graves, que os van costando una separación total de Mí y esto
os lleva a la condenación eterna.
Intuís, en vuestro corazón, vuestro error, pero no le hacéis
caso a Mi Santo Espíritu, que os está llamando, os está gritando, en vuestro
interior, que vais por mal camino, que necesitáis volver a Mí, a una vida
Sacramental, a una vida de Caridad y de Amor y no lo hacéis. Oportunidades
de salvación, habéis tenido muchas, todos vosotros, continuamente os
llamo, os grito: “volved a Mí, Mis pequeños, arrepentíos, ved lo que he sufrido
por vosotros para vuestra salvación eterna” y, la gran mayoría de
vosotros, simplemente, os volteáis y Me dais vuestra espalda. Os apartáis
de esta realidad Divina, que, también, os afecta, pero os afecta para el Bien
y preferís seguir caminando en la obscuridad, en el error, en la
maldad y vais formando grupos y hasta familia, dentro de esta maldad.
¿Hasta dónde queréis llegar, Mis pequeños? Os he dicho que,
de seguir así, no tendréis salvación.
Desastres naturales fortísimos se darán por doquier e irán
destruyendo muchos seres humanos, eliminando, así, a aquellos que no quisieron
estar Conmigo. Os he dicho que protegeré a los que están Conmigo, porque,
ellos, serán la semilla que germinará para iniciar un Nuevo Mundo.
Desastres naturales, porque, ya, la misma Naturaleza no os
soporta. Ya no sois aquellos, en los cuales Mi Padre confió y que fuisteis
depositarios de todo lo Creado. Os dio la Naturaleza para que la cuidarais
y que ella, con alegría y en agradecimiento a los cuidados, de parte vuestra,
os agradecería con sus frutos, y no habéis hecho lo que Mi Padre os pidió y le
hicisteis caso a satanás, y la Naturaleza está sumamente herida por vuestro mal
trato.
Algunos se aprovecharon de ella para enriquecerse, sin
importarles el daño y el dolor que le causaban a la Naturaleza. Os he dicho,
que la Naturaleza entera tiene vida, y esa vida la ibais a gozar vosotros, cada
uno de vosotros y la destruisteis. La Naturaleza será restaurada, pero,
antes de eso, ella se volverá contra el hombre y desastres tremendos brotarán
de la tierra. El fuego se esparcirá por todos lados, el ambiente se
volverá pesado y nauseabundo, los ríos perderán sus aguas cristalinas
y, el mar, alterado, provocará la muerte de sus habitantes.
Será tarde cuando lloréis, por todo lo que sucederá, se os
avisó con tiempo, se os recordó infinidad de veces y creísteis que podíais
hacer con la Naturaleza lo que quisierais y, no fue así, Mis pequeños, no fue
así.
Yo he de cuidar a los Míos, a los que, de una forma u otra,
lucharon por defender lo que Yo os di, para que lo cuidarais. Estos son tiempos
de Juicio, tiempos en que se pondrá en la balanza lo bueno que hicisteis,
contra lo malo que causasteis.
Llorad, ya, desde ahora, Mis pequeños, por los dolores que
causasteis a vuestro alrededor, pero, recordad que vosotros mismos los
produjisteis, Yo no os estoy enviando nada desagradable, es satanás y la
misma Naturaleza, los que os van a castigar. Yo iré cuidando a los que he
prometido salvar y proteger, vosotros, los que Me disteis la espalda y que
preferisteis trabajar para satanás, esperad a ver cómo os trata, en estos
momentos de tribulación, aquél a quien seguisteis, satanás os prometió mucho,
ahora veréis cómo actúa en la mentira y no os dará lo que tanto os prometió.
Vosotros, los que estáis Conmigo y que seguís cuidando y
protegiendo lo Mío sobre la Tierra, orad, orad, en todo momento, no os
separéis de Mí en ningún momento. Muchas almas, todavía, se podrán salvar por
vuestra ayuda, por vuestra donación, hasta por vuestra muerte, si Yo os lo pido
así, para que Me deis vuestra vida, para salvar a aquellos que están
muertos a la Gracia. Bien sabéis, que en Mí, todo es Vida, y aquél que se
acerca a Mí, recibe el ciento por uno. Apartaos del mal, ahora que os
aviso de que estáis próximos a los grandes acontecimientos que os purificarán.
Apartaos del mal, que tanto dolor os ha dado, a lo largo de
vuestra existencia, a vosotros y a vuestros hermanos.
Apartaos del mal, porque no os ha dejado crecer y volar
hasta Mí, fuisteis creados para vivir y no para morir, como estáis ahora.
Desde el Cielo, da dolor y vergüenza voltear a ver a las
almas de la Tierra. Se os dio mucho y mucho desperdiciasteis, dos mil
años, poco más de dos mil años de Evangelización y ¿qué habéis
hecho? Ya el Tiempo se terminó, vuestro futuro pende de un hilo, ¿vendréis
Conmigo o no os importará a dónde iréis y dejaréis que satanás os acabe de
destruir? De vosotros depende vuestro futuro eterno. Yo, ya di todo lo que
podía dar para vosotros, Me di por completo, os di hasta la última Gota de
Mi Sangre, os he dado Mi Amor, ¿qué Me daréis vosotros, para reparar tanto mal
con el que dañáis a Mi Sacratísimo Corazón?
Meditad esto, Mis pequeños, llevad estas Palabras a vuestro
corazón y dejad que Mi Santo Espíritu os las vaya grabando en vuestro
interior. Podéis cambiar, todavía, algo de los acontecimientos por venir,
pero, prácticamente, ya todo está sobre vosotros. No os apartéis de la
oración, no os apartéis de la vida Sacramental, no os apartéis del Santo
Rosario y, así, podréis salvar eternamente vuestra alma y la de muchos de
vuestros hermanos.
Gracias, Mis pequeños.
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