"He venido por TODOS mis HIJOS con el deseo de
acercarlos a Nuestros Corazones"




El Señor expuesto las 24  horas del día en vivo y en directo

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LAS HORAS DE LA PASIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
Las veinticuatro horas de la Pasión

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Meditaciones Sobre la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo.
Para acompañar a Nuestro Señor Jesucristo, en cada Hora de su Pasión

Por Luisa Picarretta, hija de la Divina Voluntad. 
(En proceso de Beatificación)



HORA DE SAN JOSÉ
Para hacer los:
Domingos a la 21 horas
 Domingos 09:00 PM




Mensajes de Dios y la Virgen María (MDM)
http://kyrieokumbaya.blogspot.com.es/

Presentamos la Asociación por las Almas del Purgatorio. 
¡Inscribe a las tuyas! ¡Reza por todas!
Por RORATE CÆLI -23/11/2014


sábado, 9 de noviembre de 2013

Reza por los difuntos, así ellos rezarán por ti

02/11/2013
La liturgia de hoy nos invita a reflexionar sobre las postrimerías: muerte, juicio, infierno, purgatorio-cielo.
Al morir una persona, algunos dicen: "no hay que estar tristes porque ya está en el Cielo"

Es una herejía, a no ser que la persona al morir:
- haya hecho un acto de contricción perfecto (con intención de confesión sacramental) o
- un Sacerdote alguna vez le haya impuesto el escapulario y lo lleve con devoción y sea haya muerto un sábado (promesa del privilegio sabatino: salir del purgatorio el primer sábado desde la muerte) o
- haya besado un crucifijo con amor por arrepentimiento por los pecados (indulgencia plenaria) o
- haya ganado una indulgencia plenaria ese mismo día o
- haya confesado y comulgado la Fiesta de la Divina Misericordia o
- haya sido martirizado por Cristo (bautismo de sangre) o
- Dios haya priorizado a esa persona en adjudicarle alguna indulgencia plenaria ofrecida ese día por las almas del purgatorio.

Esa última hipótesis es cuando menos cuestionable: 
1. No tenemos certeza alguna de esto
2. Difícil que un Dios justo priorice a un alma recién fallecida por sobre otras, como por ejemplo, antepasados de quien ofreció la indulgencia, que hace cientos de años se queman en el purgatorio.

Como casi nadie se propone ganar una indulgencia plenaria por día y los médicos se empecinan en quitar escapularios y medallitas, es raro que una persona vaya directo al Cielo.
La gran mayoría de las personas o van al purgatorio o van al infierno.
Según los Santos que visitaron estos lugares o estados, como Santa Faustina o los santos videntes de Fátima, en ambos las almas arden completamente, tanto por fuera como por dentro.

¿Por qué sufren quienes ya saben que van a ir al Cielo?
Porque cuando pecamos contraemos una deuda con la Justicia.
Jesús ya pagó esa deuda con sus sufrimientos y méritos en vida, pero esas gracias infinitas sólo se recogen y aplican según las formas que Él estableció o delegó en el Papa.
Pagamos una parte al cumplir la penitencia de la confesión: es importante pedírsela a los Sacerdotes que se olvidan o que ya no creen en la importancia de la penitencia.
Otra parte de la deuda la pagamos con los sufrimientos que ofrecemos a Dios, pacientemente sin quejarnos, sumándolos a la Cruz en cada ofertorio de la Misa, junto con las oraciones, obras de misericordia y demás actos de caridad.
Lo que no se pagó en vida, se paga en el Purgatorio con un sufrimiento que supera todo dolor en vida, a tal punto que conviene pedir a Dios que permita las enfermedades más dolorosas con tal de pagar toda la deuda, aunque es muchísimo menos doloroso ganar una indulgencia plenaria diaria y ofrecerla por uno mismo, o si se va a ganar otra después, por algún alma del Purgatorio, que luego rezará por nuestras intenciones, cara a Dios, permanentemente.

Otro tema importante vinculado al día de los fieles difuntos, según la Suma Teológica de Santo Tomás, es que al fin de los tiempos (probablemente en algún momento de este milenio), los ángeles recogerán cada partícula de nuestro cuerpo a fin de reconstituirlo, o para el fuego del infierno o para la Gloria. En éste último caso, será el mismísimo cuerpo, pero glorificado como los cuerpos de Jesús y María. La Biblia explica que la diferencia será tan grande como entre una semilla y una planta, pero es el mismo ser material, sin perder la individualidad como persona física. 

Recordemos el gran milagro de la Virgen del Pilar: una persona a la que se le había amputado y enterrado la pierna en un cementerio, la recuperó totalmente funcional, aunque con las mismas cicatrices.

Debemos facilitar el trabajo de los ángeles y no poner trabas evitables:
- La Iglesia siempre enseñó que enterrar a los muertos es una obra de misericordia y se opuso a la cremación si con esto se mostraba un descreimiento en la resurrección de los cuerpos. No parece prudente el uso de cinerarios donde se mezclan todas las cenizas, o dejar al difunto en una urna en casa, fácil de romperse o perderse cuando mueran los que conocen su contenido y menos aún esparcir las cenizas.
- Tampoco parece prudente no enterrar los cuerpos y órganos utilizados en investigación (morgue), o los fetos de abortos espontáneos o procurados o los embriones congelados o descartados por tratamientos de fecundación artificial.
- Al donar órganos se debiera establecer la obligatoriedad de enterrar al que los recibe.
- Se debieran extremar los cuidados de reliquias.

Cambiando de tema, Emmerick explica que los restos mortales de los Santos, santifican y los de los condenados, ejercen un influjo negativo o maldición. Por eso conviene enterrar a los muertos a una profundidad suficiente mientras las reliquias de se exhiben en lugares prominentes. Al respecto, incluso la materia de los vivos en Gracia, santifica y por eso quienes estén en ese estado ejercen un influjo positivo especial cuando otros usan los objetos que utilizan o reciben sangre, órganos, etc... y viceversa quienes están en poder del Demonio (pecado mortal) contagian su "oscuridad" a quienes no estén protegidos por la Gracia santificantes.

Si no enseñamos a rezar por los difuntos y no damos el ejemplo, ¿cómo pretenderemos que recen luego por nosotros?

Conclusión: a vivir en Gracia, rezar y ofrecer todo por las almas del Purgatorio y ganar una indulgencia plenaria diaria (hay almas que los Santos dicen que quedarán hasta el fin de los tiempos en el Purgatorio y eso significa que no alcanzan las indulgencias ofrecidas).

Recibido por correo, por A.T.