17 DE ABRIL DE 2014
Hijos de Dios, soy San Miguel
Arcángel quien os habla, Príncipe de la Milicia Celestial y opositor absoluto
de Satanás a quien él teme y huye.
Todo aquel que Me invoque que me
tenga devoción, que me ofrezca coronillas o novenas, será protegido del Maligno
porque él no puede soportar que se me honre y que se acuda a mí. Yo, Miguel
Arcángel, os hablo.
Son tiempos muy difíciles los que
estáis viviendo. En el Cielo nos hacemos cargo de ello, porque hijos, el mal se
ha expandido de tal forma que sus dimensiones son inmensas y sus frutos
funestos para las almas, para la sociedad y para todo el mundo.
Debéis vivir en estado de gracia
que es el arma más eficaz para combatir al Maligno, después si al vivir en
gracia os acorazáis con novenas, coronillas, lecturas, etc. entonces fomareis
en vuestras almas una armadura muy grande que impedirá al Maligno entrar,
aunque hijos de Dios, lo intentará una y mil veces. Yo, Miguel Arcángel,
Príncipe de la Milicia Celestial, os hablo.
Vivís en estos días los grandes
misterios que el Hijo del Altísimo protagonizó en la Tierra. Es para vosotros
una gracia muy grande poder adentraros en esos misterios, vivirlos y ofrecerlos
por el bien de las almas. El Padre Celestial mira benévolamente a quienes
meditan la Pasión de Su Hijo, Su amor, Su entrega, Su paciencia, Su silencio y
todo Su sufrimiento, por tanto, mejor escuela que esa no vais a tener.
¡Cuánto os duele el sufrimiento
ajeno! y rezáis por vuestros contemporáneos o familiares que lo sufren, pero no
os duele la Pasión de Jesús porque creéis que ya pasó y la superó. No almas,
no, en el Cielo todo es presente y Su Pasión sigue actual, por tanto, meditad
en ella, como si hoy la estuviera pasando, porque Su sacrificio es perpetuo y
eterno. Yo, Miguel Arcángel os hablo y os instruyo. Que la paz del Altísimo y
el amor de la Inmaculada esté siempre con vosotros.
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