miércoles, 9 de abril de 2014
MIEDO AL MARTIRIO – Augusto TorchSon
Viviendo los tiempos de la Gran Apostasía, y como
consecuencia del enfriamiento del amor a Dios, estamos asistiendo a la
inversión de nuestra fe reemplazándola por una propuesta antropocentrista.
Sabemos que la nueva orientación de la jerarquía
eclesiástica que representa Francisco, está proponiendo la masónica idea de “libertad,
igualdad y fraternidad” en donde se habla de“solidaridad” en vez de “caridad”,
haciendo que el hombre que fue creado para permanecer parado y así poder
levantar sus ojos hacia su Creador, cambie su postura por la de los cuadrúpedos
que en su animalidad están destinados a mirar hacia abajo, a la tierra, en una
concepción judaizada del mundo que busca el paraíso terreno.
En ese sentido, recordamos las palabras del obispo de
Roma Bergoglio cuando dijo al defenderse de quienes lo acusan de comunista: “soy
creyente en Dios y en Jesucristo, para mí el corazón del Evangelio se halla en
los pobres” (aquí).
Así se continúa con el mensaje socialista por el cual la nueva función de la
Iglesia pasa por la búsqueda de la “justicia distributiva”y no tanto por
la salvación de las almas. Es oportuno en este sentido recordar cuando
dijo Francisco en Brasil: “Si la educación de un chico se la dan los
católicos, los protestantes, los ortodoxos o los judíos, a mí no me
interesa. A mí me interesa que lo eduquen y que le quiten el hambre” (aquí).
Y ahora en el Vaticano de Francisco que adhiere a la “Hora
del Planeta” con la masónica World Wildlife Fund (aquí) WWF(1), prepara
como próxima encíclica, una que no tiene que ver con la tan vapuleada doctrina
católica, ni con la defensa sin concesiones contra los ataques a la moral
cristiana del Nuevo Orden Mundial, sino que trata sobre la “ecología”(aquí).
Pero la pretensión en esta oportunidad no tiene que
ver con las imposturas bergoglianas, que ya conocemos desde hace muchos años;
sino con la falta de celo por la Verdad y los Derechos de Dios de todos los que
tienen como principal misión en la tierra, el evitar que las ovejas se pierdan.
Estamos hablando de quienes debiendo ser pastores, se acostumbraron tanto a “oler
a ovejas”, que se confundieron con las mismas y pretendiendo “por
humildad”ser iguales a ellas, terminaron claudicando a lo esencial de su
ministerio.
Pero, si bien es cierto que en muchos casos esta
postura tiene que ver con acomodarse al mundo y no perder los beneficios que
este brinda; en muchos otros tiene que ver con una dolosa omisión, con un
silencio cómplice, con la cobarde actitud de quiénes no pueden aducir
ignorancia. Nos estamos refiriendo, específicamente a quienes callan por miedo
al escándalo o a las consecuencias en sus personas.
En ese sentido citamos las palabras que nuestra
colabora Catalina SCJ nos dejó en un comentario: “Para no asustar a los
fieles, no se habla de las postrimerías, del infierno, del adulterio y del
pecado abominable de la homosexualidad. Sobre todo esto al sacerdote se le obliga
a callar "como perro mudo que no sabe ladrar" (Is 56,10), bajo pena
de cesar en sus funciones. El superior sabe mejor que nadie que está en peligro
la fe, porque la doctrina es distorsionada y "la palabra de la verdad, la
buena nueva de nuestra salvación" (Ef 1,13), se está vaciando de contenido
espiritual. Sin embargo, "el silencio vergonzoso" (2 Cor 4,2), se
impone con la excusa de no provocar escándalo. Pues bien: “Si la verdad ha de
causar escándalo, es mejor permitir el escándalo que renunciar a la verdad (San
Gregorio Magno)”
La intención en esta humilde reflexión es
cuestionar, ya no la búsqueda de los placeres mundanos de algún sector (no
minoritario) de nuestro clero, sino la pusilánime actitud de quienes por miedo
afrontar el martirio, que es vocación cristiana, renunciaron a cargar la
cruz, esperando tal vez tiempos más propicios, más cómodos, menos peligrosos.
Así, horrorizados observamos el ilegítimo bautismo de
la pobre criatura, hija de madreslesbianas, en la Catedral de la segunda
provincia más importante de Argentina, sin cumplimentar los requisitos
previstos para dicho sacramento, y donde se abogó por un casamiento homosexual
en la Iglesia (aquí).
Pero no escuchamos a nuestros pastores tratando de poner un poco de luz a tan
oscura profanación con besos aberrosexuales incluidos en el templo.
Queda claro, que el status quo es lo que se prefiere
antes que el deber ser, y en el caso que nos ocupa denunciamos la cobardía
de quienes tienen obligación de hablar.
En este último sentido, nada más claro que las
palabras de Nuestro Señor Jesucristo: “Si alguno quiere venir en pos de
Mí, renúnciese a sí mismo, tome la CRUZ, y sígame. Quien quiere salvar su vida,
la perderá, y quien pierde su vida a causa de Mí y del Evangelio, la salvará” (Mc.
8,34-35)
Para mejor graficar la obligación de testimoniar
nuestra fe con nuestra vida si fuera necesario; acercamos las palabras de
S.S.León XIII quien en la encíclica “Sapientiae Christianae” dijo:
“Si por ley de la naturaleza estamos obligados a amar especialmente y defender la sociedad en que nacimos, de tal manera que todo buen ciudadano esté pronto a arrostrar hasta la misma muerte por su patria, deber es, y mucho más apremiante en los cristianos, hallarse en igual disposición de ánimo para con la Iglesia. Porque la Iglesia es la ciudad santa de Dios vivo, fundada por Dios, y por Él mismo establecida, la cual, si bien tiene su morada en la tierra, llama sin embargo a los hombres, y los instruye y los guía a la felicidad eterna allá en el cielo. Por consiguiente, se ha de amar la patria donde recibimos esta vida mortal, pero más entrañable amor debemos a la Iglesia, de la cual recibimos la vida del alma que ha de durar eternamente; porque es de todo derecho anteponer a los bienes del cuerpo los del espíritu, y con relación a nuestros deberes para con los hombres son incomparablemente más sagrados los que tenemos para con Dios”
Trabajando para que Cristo reine
Augusto Torchson
(1) Recordamos que la WWF, entidad masónica, al igual que el “Club de Roma” tienen como objetivos principales implementar mundialmente el aborto y la eutanasia, promoviendo a tal fin el miedo a la superpoblación y escasez de recursos naturales. Recomendamos el siguiente artículo al respecto: http://pildorasantimasoneria.blogspot.com.ar/2012/04/wwf-ecologismo-masonico-abortista-335.html
Nacionalismo Católico San Juan Bautista
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