Las Hermanas de la Inmaculada se defienden
Mientras para el Comisario la culpa es de las mujeres,
ellas insinúan que las ha calumniado.
¡Señor, en Ti confío!
En
la carta (certificado de defunción) que el Comisario Zorros - Volpi
dirigió el pasado 8 de Diciembre a los Frailes de la Inmaculada, hay una
referencia muy extraña sobre las monjas del Instituto. Dice el Comisario
(traducción de PC):
Muchos frailes identifican al
Instituto con la persona de su fundador (el padre Manelli), que está circundado
por una especie de aureola de infalibilidad, y ven en la intervención de la
Iglesia una especie de abuso de lo que, a su parecer, sería intocable y casi
propiedad privada del mismo fundador.
Todo esto revela un grave error
en el campo eclesiológico sobre principios fundamentales de la vida religiosa,
muestra una gran pobreza espiritual y una dependencia psicológica incompatible
con aquella libertad de "hijo de Dios" que se presupone en quien se
empeña en una donación total al Señor por medio de la consagración religiosa.
La obediencia, como ha resaltado
el Concilio Vaticano II, no es un asentimiento automático, sino la aceptación
responsable de la voluntad de Dios expresada a través de la legítima autoridad.
La cual no está identificada con ésta o aquélla persona, por más fundador que
sea, sino con el mismo Cristo que habla a través de la Iglesia jerárquica, de
la cual el legítimo superior es expresión inmediata, en tanto y en cuanto
sea fiel a la misma Iglesia.
En este momento, como todos
saben, el Superior del Instituto querido por la Iglesia, es el Comisario
Apostólico, es decir, mi humilde persona.
En la formación de esta
mentalidad distorsionada han contribuido, y no poco, algunas prominentes
monjas de las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada, las cuales han
influenciado fuertemente el estilo de vida de la rama masculina.
Tal mentalidad,
desafortunadamente, también ha sido detectada en muchos laicos que pertenecen
al grupo MIM (Misiones de la Inmaculada Mediatriz), y a la Tercera Orden
(TOFI), provocando grave escándalo entre los fieles, que pone en peligro no
sólo el apostolado de estos grupos sino también la integridad de la fe de sus
miembros.
Teniendo en cuenta estos
argumentos que acabo de enumerar, que han sido debidamente puestos en
conocimiento de la Congregación para los religiosos, y con la autoridad que me
ha conferido el mencionado Dicasterio, dispongo cuanto sigue, lo que tendrá
ejecución inmediata:
Aquí se despachó el Zorro Volpi con la serie de medidas
tiránicas, dignas de estos tiempos de diálogo y aperturas periféricas que lleva
adelante la progresía, por las cuales destruye el Instituto de Frailes
Franciscanos de la Inmaculada.
Lo curioso del caso es que, para este lobo vestido de oveja
que replica a Adán luego del pecado, ¡la culpa la tienen las mujeres! ("La
mujer que de diste por compañera, me dio del árbol, y yo comí", Gen 3,
10-12).
Ahora bien, la única mentalidad que las monjas pudieron
fomentar, no es la del personalismo, que para eso están los corífeos de
Bergoglio, sino el amor por la liturgia tradicional que es la espina que no
pueden tolerar estos nuevos bárbaros.
Como es también cierto que tanto los frailes como los fieles
del MIM y del TOFI estaban muy tranquilos y felizmente apacentados, hasta que
apareció esta colección de zorros enviada por Francisco quien, como ya se ha
dicho aquí, es el responsable de las angustias de estos frailes y fieles.
Él deberá dar cuentas ante Dios si uno sólo de ellos
defecciona de la Fe, escandalizado por la hipocrecía de verlo aparecer ante el
mundo cual humilde oveja que luego actúa en sigilo como un cabrito.
Las monjas de la Inmaculada no se han quedado "en el
molde", como se dice aquí, no. Acaban de publicar una
nota oficial de aclaración respecto a lo que dijo de ellas el Comisario
Volpi. Carta en la cual creemos que hay un tiro por elevación a Francisco, a
quien se recuerdan sus públicos discursos en favor de la misericordia y de la
fraternidad.
Con consternación y profunda tristeza comprobamos que en
la Carta circular del pasado 8 de Diciembre, dirigida a todos los
Frailes Franciscanos de la Inmaculada, el reverendísimo Padre Volpi acusa
a "algunas prominentes monjas de las Hermanas Franciscanas de la
Inmaculada", de haber contribuido a crear una "mentalidad
distorsionada" en los Frailes, influenciado fuertemente su estilo de vida.
Consideramos totalmente infundadas tales acusaciones que,
por su generalidad, ofenden a todo nuestro Instituto y, en consecuencia, las
rechazamos in toto; al mismo tiempo que recordamos con nuestro Papa
Francisco que "quien calumnia mata al hermano" (02/09/13),
mientras que "la misericordia cambia al mundo" (17/03/13).
Por nuestra parte tratamos de seguir la invitación del
Vicario de Cristo "a caminar en presencia del Señor, con la Cruz del
Señor, a edificar la Iglesia sobre la sangre del Señor que ha sido derramada en
la Cruz; y a confesar la única gloria: Cristo Crucificado. Así la Iglesia
seguirá adelante".(13/03/13)
¿Será muy equivocado pensar que estas hermanas le están
diciendo al Papa que sufren una Cruz que él ha generado?
Probablemente Volpi no sepa lo que es meterse con mujeres,
menos si son santas como parecen ser estas monjas.
Si no supiera que el Altísimo Caballero que defiende su
divisa es nada menos que Jesucristo: Divino Esposo e Invicto defensor de los
abandonados: ¡Ahora va a aprender!
¡Por favor, deje su comentario!
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